Activision acaba de hacer una jugada muy inteligente dentro del mundo de los videojuegos: compró al estudio King, quien es responsable de Candy Crush, uno de los juegos para smartphone más populares de los últimos tiempos.
La operación, que acaba de anunciarse, no se hará efectiva hasta que la aprueben las autoridades de Irlanda, que es el país donde King tiene su sede. No se espera que el gobierno de Dublín ponga pegas, así que pronto Activision se convertirá en un auténtico gigante de los videojuegos. Ya es propietaria de franquicias tan potentes como Call of Duty, Diablo, Strarcraft y Warcraft (a través de su socia Blizzard), Guitar Hero, o Skylanders.
Candy Crush afianza la posición de Activision en el segmento de juegos para el móvil. Según la consultora Digi-Capital, la compañía alcanzará un volumen de negocio de 88.000 millones de dólares en 2015, con un crecimiento interanual del 8%.
King no solo tiene Candy Crush. El estudio, fundado en 2003, tiene más de 180 pequeños juegos para plataformas móviles basados en el modelo freemium(gratis, pero con micropagos). Según las propias cifras de King, Candy Crushtiene una base estable de 158 millones de jugadores.