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Con la llegada de la Navidad la publicidad de los juguetes se dispara. Por ejemplo, durante el horario infantil ¿cuántos anuncios son de juguetes? Y no solo eso, ¿qué hay de los catálogos de las jugueterías y centros comerciales? Ante tanta oferta es normal que los niños pidan muchos regalos para Navidad o Reyes. Parece lógico pensar que tenemos que limitar el dinero que gastamos en juguetes, pero no solo por temas económicos, sino también para asegurarnos de que nuestros hijos van a recibir una buena educación y que no los estamos malcriando.
Los niños tienen que aprender que las cosas requieren un esfuerzo, no podemos inundarles con regalos solo porque es Navidad. El problema en realidad, no es el regalo que como padres podamos hacerles, si no la suma de regalos que reciben en total por parte de toda la familia. Por ejemplo, puede que vosotros le compréis un solo juguete, algo que lleve pidiendo desde hace mucho y que realmente le haga ilusión, pero a eso muchas veces hay que sumarle los regalos de los abuelos, de los hermanos, de los tíos, de los primos, de los padrinos, amigos de la familia, etc. Al final el niño acaba con un montón de cosas de las que no sacará provecho ni de la mitad, seguramente queden olvidadas con el tiempo en una esquina de la habitación.
Por otro lado, se pierde el verdadero sentido de la Navidad: es una época para estar con la familia, con las personas a las que quieres. Sin embargo vayas a donde vayas todo es consumo, si nosotros participamos en ese consumismo estamos dando permiso para que nuestros hijos se comporten de ese mismo modo.
Hoy tenemos internet como recurso para comprar regalos más cómodamente
Finalmente, está comprobado que un exceso de regalos «desilusiona». Los niños estarán más ilusionados al ver los regalos envueltos debajo del árbol que tras desenvolverlos, además con tanto juguete el niño jugará un poco con cada uno hasta que se decidan por su favorito y «abandone» el resto. Así solo fomentamos el aburrimiento, la impaciencia y el egoísmo, valores que paradójicamente intentamos evitar en Navidad .
Consejos para unas buenas compras navideñas
Las claves para encargar regalos a tus hijos esta Navidad son los siguientes:
– No dejes que la culpa sea la que se vaya de compras.
Hay padres que durante el año no han podido estar mucho tiempo con sus hijos, tal vez por motivos laborales, separaciones o divorcios. Sea lo que sea, si en cierto modo te sientes culpable por no haber podido pasar tiempo con tu hijo no intentes arreglarlo comprándole los regalos más caros. Compénsalo haciendo actividades junto a él. Iros al cine, a jugar a los bolos, a patinar, o incluso haz actividades que no requieras dinero, ¿por qué no una mañana en el parque jugando a la pelota o volando una cometa? Seguro que lo pasará mejor disfrutando de tu compañía una tarde entera que en casa solo con su nuevo juguete, aparte de que es más sano.
– Controla la publicidad que le entra a tus hijos por los ojos.
Esto es un poco más difícil porque ya no depende tanto de vosotros. La televisión, la propaganda, los escaparates de las jugueterías… hay mucha oferta de juguetes en Navidad. Sin embargo, podéis intentar por ejemplo reducir las horas de televisión. Si tenéis televisión por cable la tarea será más sencilla porque no hay tantos anuncios. También podéis decidir no recoger los catálogos de juguetes, o al menos mantener solo uno y tirar el resto. Por último, sacar más al niño al parque o llevarlo a actividades por la tarde con otros niños. En algunas ciudades hacen campamentos de navidad donde los niños se divierten juntos haciendo talleres durante el día.
– Navidad o Reyes.
Decide para que fecha van a recibir los niños sus juguetes y déjaselo claro desde el principio. Si los regalos vienen en Navidad el niño tiene más tiempo de disfrutarlos. Sin embargo, después de ver la cabalgata de Reyes hace más ilusión ver los regalos a la mañana siguiente. Si quieres dar algo en las dos fechas puedes optar por dejar el regalo principal para uno de los dos días y dar un pequeño detalle el otro.
– Elige solo uno o dos regalos de «la carta a los reyes«.
Si es demasiado larga da prioridad a dos como máximo y no te salgas de ese presupuesto. Los padres también podemos sentirnos influenciados y sucumbir al consumo por la gran cantidad de promociones y ofertas que hay en estas fechas.
Controla la publicidad que llega a los niños
– Habla con el resto de la familia.
Con el fin de no sobrecargar al niño con regalos habla con tus familiares y hazles comprender que el niño no necesita recibir tantos juguetes, no solo por el tema económico sino más bien por una cuestión de madurez psicológica. Lo que buscamos es que aprendan a valorar las cosas y es preferible que se le regale un solo juguete que sepamos que va a utilizar, aunque sea caro, a cuatro cosas más baratas. Por ejemplo, si a nuestro hijo de 8 años le regalamos una tablet lo más seguro es que no acabe ni mirando el resto de los juguetes que recibe, por lo que no merece la pena. También es preferible que le compréis tres o cuatro regalos de parte de TODA la familia a que cada miembro le compre uno.
– Compra vía Internet.
Hay muchas tiendas online de juguetes en las que venden productos en stock a precios de risa. Busca bien si quieres ahorrarte una buena cantidad de dinero. Otro consejo adicional es anticiparte y no dejarlo todo para última hora.
– Regalos que desarrollen su creatividad y sociabilidad.
Si quieres algo diferente elige juguetes que estimulen al niño y no aquellos que lo conviertan en un mero espectador. Por ejemplo, los juguetes de manualidades, los de construcción, proyectores para dibujar, pinturas, instrumentos musicales, libros…
Por otro lado, si tienes varios hijos puedes comprar un regalo que fomente el juego entre ellos o con otros niños, como los cada vez más olvidados juegos de mesa.
Por último, si sospechas que este año tu hijo va a recibir demasiados juguetes siempre puedes guardar algunos para más adelante y dárselo cuando tu veas que puede valorarlo más. Es mejor que repartas los juguetes durante todo el año en función de su esfuerzo y buen comportamiento que regalarlos todos indiscriminadamente en un solo día.