selloFoto Archivo

 

El Expresidente de la Cámara de Representantes, José Aponte Hernández, solicitó una investigación sobre la implantación del nuevo Proyecto de Sellos y Comprobantes Electrónicos debido a que el mismo penaliza a los ciudadanos colocándoles una desmedida carga económica que en esencia equivale a un nuevo impuesto.

«El pasado mes de abril, el Departamento de Hacienda cambió, arbitrariamente, cómo se compran los sellos y comprobantes que utiliza nuestra gente para realizar transacciones con el gobierno. Ahora, estos sellos sólo se pueden comprar en colecturías y en un banco privado. Antes se podían conseguir en cooperativas y la mayoría de los bancos locales. Para añadir al problema, Hacienda estará cerrando más colecturías, lo que limitará aún más el acceso que tiene el pueblo a los servicios del gobierno. Por eso estamos pidiendo una investigación profunda sobre esta acción del Secretario de Hacienda, Juan Zaragoza», sostuvo el líder legislativo.

Aponte Hernández fue más allá, al alegar que el nuevo sistema está diseñado para favorecer a unos pocos ya que, si un ciudadano quiere imprimir los sellos o comprobantes, desde la facilidad de su casa, tendrá que invertir grandes cantidades de dinero para hacerlo.

«Las personas que tienen computadoras Apple, o con equipos de hace tres a cinco años atrás no podrán imprimir los nuevos sellos debido a que el sistema solo acepta computadoras con versiones avanzadas del sistema operativo de Windows. Entre los nuevos requisitos de Hacienda para los usuarios del Sistema de Venta de Sellos y Comprobantes Electrónicos se encuentra el tener que someter nuevamente el Formulario SC 3568 y radicar una jugosa fianza. También, tienen que ser una entidad registrada y presentar un certificado de  ‘Good Standing’ ante el Registro de Corporaciones del Departamento de Estado. Por ende, los ciudadanos básicamente están limitados a este acceso», añadió el representante por acumulación.

«El nuevo sistema de reembolsos por sellos dañados está diseñado exclusivamente para beneficiar al Estado. Por ejemplo, si el usuario imprime un sello o comprobante digital por equivocación o se daña el sello durante la impresión, el Departamento cobrará por ese sello. Uno puede pedir un reembolso, pero el mismo puede tardarse más que los reintegros», agregó Aponte Hernández.

El nuevo sistema solamente funciona en una computadora con el sistema operativo de Windows con Internet Explorer 10+ que esté conectada localmente y directamente a una impresora laser. No funciona en impresoras que sean parte de un network ni sistema Wireless. El sistema limita el valor de los sellos y comprobantes que el cliente puede imprimir basado en la fianza pagada. Si tiene una venta especial por un valor mayor del sello o comprobante autorizado necesita solicitar autorización especial a Hacienda con suficiente tiempo en anticipación y solo una transacción.

El representante del Partido Nuevo Progresista pidió una investigación sobre la implantación, las quejas recibidas y como el Departamento planifica mitigar el daño que le hará a la ciudadanía con el cierre en julio de decenas de colecturías.

«Como hemos visto, es casi imposible que un ciudadano pueda comprar los sellos desde su casa. Al cerrar las colecturías, se limita aún más sus opciones. Pueden ir al único banco que ahora mismo los vende y pagar un ‘surgecharge’ de varios dólares por un sello de $5.00, algo que es abusivo, o quedarse sin hacer su traspaso de vehículo, certificación de deuda, declaración jurada u cualquier otras transacción que necesite. Eso no son opciones, es una imposición que definitivamente beneficia a un ‘amigo del alma’ o ‘pariente del corazón'», terminó diciendo.

Share Button