La secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Carmen R. Guerrero Pérez, mostró preocupación por la aprobación del proyecto de la Cámara de Representantes número 2894 que propone cambios a la Reserva Natural del Caño Tiburones, entre Arecibo y Barceloneta y recomendó enmiendas a la medida que ahora está bajo la consideración del Senado.
«Durante las vistas públicas del proyecto de ley en la Cámara de Representantes, donde participamos el DRNA, la Junta de Planificación (JP), el Departamento de Agricultura y la Autoridad de Tierras, nuestra agencia recomendó numerosas enmiendas al proyecto de ley, que algunas fueron acogidas por la Cámara de Representantes y otras no. Todavía tenemos enmiendas que deben considerarse en el periodo de comentarios públicos en el Senado», expresó la secretaria.
La delimitación que se establece para la Reserva Natural del Caño Tiburones en el proyecto aprobado por la Cámara, no toma en consideración el peritaje de las agencias con el conocimiento técnico y científico para hacer esta delimitación. Por otra parte, la delimitación en la pieza de ley integra terrenos privados de poco valor ecológico que al delimitarse como reserva natural mediante ley, el DRNA tendría que adquirirlos sin una asignación de fondos a la agencia para estos propósitos.
En la actualidad, la JP desarrolla un Plan Sectorial para los terrenos en y aledaños a la Reserva Natural Caño Tiburones que permitirá establecer un balance entre la protección de los naturales, los ecosistemas (incluidos los humedales), los sistemas arqueológicos y los demás usos, tales como: la actividad agrícola, turística, industrial y rural de esta zona. La recomendación del DRNA es que se enmiende la medida para que se le ordene a la JP culminar el plan en un periodo de tiempo razonable.
«Con el propósito de que los límites de la reserva reflejen y protejan con exactitud aquellos terrenos de alto valor ecológico asociados con el sistema, recomendamos que sea la Junta de Planificación la que evalúe y apruebe la delimitación final de la reserva. Tanto la JP, como el personal técnico del DRNA y otras agencias colaboradoras como el Departamento de Agricultura y la Autoridad de Tierras, tienen el peritaje técnico y científico para llevar a cabo esta gestión administrativa según sus deberes ministeriales. Los límites presentados en la medida legislativa mediante el sistema «Decimal Degrees, NAD 83″, podrán ser utilizados como referencia para esta delimitación», puntualizó Guerrero Pérez.
Mencionó además que el DRNA ordenó la actualización de un estudio hidrológico hidráulico (HH) del caño Tiburones del año 2001, a fin de que se determinen el estado de los niveles actuales y diseñar las acciones para el manejo del recurso agua en la zona, a cargo del hidrólogo Greg H. Morris, una autoridad tanto en Puerto Rico como en el exterior en este tipo de estudio.
«Ese estudio, que se estima se complete en seis meses, arrojará más información sobre el flujo de las aguas y las causas que llevan a la inundación de algunas zonas del caño, algunas relacionadas a las condiciones naturales de humedal de la zona u otras relacionadas a la operación de las estaciones de bombas de la Autoridad de Tierras, en Barceloneta (Palmas Altas); y del DRNA, en Arecibo (El Vigía) y al mantenimiento y limpieza de canales de drenaje agrícola. Nosotros le recomendamos a la legislatura que esperara a que concluyera el estudio HH antes de aprobar el proyecto legislativo. Se está saltando un paso medular e indispensable para la comprensión del funcionamiento y el manejo del caño Tiburones y los terrenos que forman parte de la reserva natural», sostuvo Guerrero Pérez.
Resaltó que los sistemas de bombas (tanto El Vigía como el de Palmas Altas) y las compuertas mareales no fueron diseñados para el control de inundaciones y no cuentan con la capacidad para ejercer dichas funciones en el área ante eventos de inundaciones. La función principal de los mismos desde su construcción en la década de 1940 ha sido para el drenaje de humedales con el fin de potenciar el uso agrícola en terrenos anegados. Por ende, «se puede concluir que la utilización de las bombas no tiene impacto sobre los niveles de inundación en la zona. De abrir la conexión del caño con el mar a la altura del río Grande de Arecibo mediante la remoción de un pequeño dique en tierra en la zona al oeste de la estación de bombeo El Vigía, puede facilitar la descarga de agua del Caño durante periodos de lluvias intensas».
«Recomendamos la eliminación del Artículo 4 del proyecto que dispone de la evaluación sobre un futuro establecimiento de un conector vial que discurra por el caño Tiburones y que enlace las carreteras PR-681 y PR-2. A nuestro entender dicha encomienda, es incompatible con los propósitos de la presente medida, con la política pública a establecerse en la misma y la integridad del ecosistema que compone al caño Tiburones», sostuvuvo la funcionaria.
Por otra parte, el DRNA continúa participando del proceso judicial en el que se dilucida un mandamus relacionado a la delimitación de esa reserva natural.
La Reserva Natural Caño Tiburones se considera uno de los humedales estuarinos más grandes de Puerto Rico y es hábitat de alrededor de 220 especies de aves, entre estas especies en peligro de extinción y unas 40 especies de peces. Esto es evidencia del gran potencial de recuperación de este humedal y de su capacidad para albergar una gran diversidad de especies. Asimismo, el caño cuenta con varias designaciones de importancia del DRNA, tales como: Área de Prioridad de Conservación, Área Crítica para la Vida Silvestre y Área Importante para la Avifauna Acuática (este último por su importancia para especies acuáticas nativas y por ser refugio para miles de aves migratorias).
El caño Tiburones también es reconocido a nivel internacional por su gran valor ecológico y su biodiversidad. Incluso, este ecosistema es visitado por cientos de turistas de distintas partes del mundo que recurren a él por su atractivo paisaje y la gran diversidad de aves residentes y migratorias y los atractivos de pesca recreativa que se pueden encontrar. La organización BirdLife International le ha otorgado al caño Tiburones la designación internacional de Área Importante para las Aves.
Además, este humedal costero desempeña un papel importante en el flujo y calidad de las aguas pluviales regionales. El caño Tiburones, en su totalidad, yace sobre el acuífero freático y el acuífero artesiano del norte, el cual emerge a la superficie a través de múltiples manantiales, descargando así sus aguas subterráneas. También, sirve de receptor para las aguas de escorrentía de los terrenos altos adyacentes y las provenientes de los desbordes del río Grande de Arecibo y del río Grande de Manatí en eventos extraordinarios. A su vez, este sistema está conectado directamente con el mar, generalmente en la zona de interface formada por una capa de agua fresca y la cuña de agua salada cerca del mar. Así pues, una de las funciones principales de este humedal consiste en servir de filtro biológico purificando las aguas de escorrentía, para luego descargarlas gradualmente al mar bajas en sedimentos, metales pesados y otros contaminantes.