La protección y limpieza de las costas loiceñas es una de las prioridades de la administración de la alcaldesa Julia Nazario Fuentes, quien promueve una intensa campaña que inició recientemente con un evento de limpieza desde la desembocadura del Río Grande de Loiza hasta la zona turística de Corecamar. «Este es un proceso que debe ser consistente desde la educación a residentes y visitantes, como la activación de equipos de limpieza y reciclaje», detalló la Alcaldesa.
Por su parte Arlene Alvira, directora de la Oficina de Reciclaje del Municipio de Loíza, explicó que durante la limpieza «encontramos mucho material de consumo doméstico tales como botellas plásticas, envases de detergentes, pailas de pintura, electrodomesticos y hasta neumáticos. Mucho de estos residuos son arrastrados por las corrientes del Río Grande de Loiza, pero también encontramos basura depositada irresponsablemente en nuestras costas. Esto nos afecta a todos desde la salud de nuestros ciudadanos hasta la vida marítima. Este lugar es frecuentado por nuestros ciudadanos quienes utilizan esta área para realizar el deporte de la pesca y muchos de ellos lo utilizan como modo de sustentar a su familia».
A pesar de esta realidad, también hubo buenas noticias. Alvira felicitó a la comunidad de ‘surfers’ que practican su deporte en Loíza. «Notamos que en la zona de Piñones donde ellos visitan está está mejores condiciones, porque estos grupos están más atentos a la protección ambiental y su labor tiene buenos resultados». Como parte de los trabajos, estudiantes de la Escuela Carlos Escobar participaron de la iniciativa. «A ellos se les acreditó ocho horas como labor comunitaria bajo el programa ‘Contacto Verde’. Además nos acompañaron los voluntarios de ‘Scuba Dogs’, así como ciudadanos amigos de Loíza, residentes en San Juan, Bayamón y Guaynabo», añadió Alvira.
Finalmente, la alcaldesa Nazario Fuentes argumentó que la iniciativa de limpieza se realizó como preámbulo a los días de asueto de la Semana Santa, donde Loíza recibe mucho turismo interno y externo. «Queremos que los visitantes se sientan como en su casa y estamos bien entusiasmados con el renacer de Loíza. Aunque el Mes de la Tierra es el abril, nosotros nos adelantamos un mes por la cantidad de labor que hay que realizar. Y vamos a continuar».
