En una situación tan difícil como la que atraviesan tanto nuestra institución como el País, deseamos felicitarla por el respeto y el cuidado con el que ha manejado el conflicto huelgario, y por su voluntad de comprender los reclamos de los estudiantes y de la comunidad universitaria en general.
Asimismo, reconocemos el valor de su iniciativa en la creación de la Comisión Universitaria para la Auditoría Integral de la Deuda, una de las principales demandas de los estudiantes, «el compromiso de trabajar de manera conjunta e inclusiva en una verdadera reforma universitaria con todos los sectores de la comunidad» y, en general, su voluntad de viabilizar las condiciones de diálogo.
Conscientes de la posición crucial en la que se encuentra ante la Orden de Mandamus e Injunction Preliminar emitida el pasado 5 de mayo, apoyamos su continua apertura y voluntad de mediación, y confiamos en que no se utilice la fuerza policiaca para la consecución de esta orden del Tribunal. La presencia de la policía contraviene los principios universitarios y el compromiso de respetar la política de sana convivencia que su administración ha cumplido a cabalidad.
Por otro lado, antes de cualquier decisión sobre la reapertura del Recinto, es preciso que se tomen las medidas necesarias para el reacondicionamiento de la planta física, de manera que se garanticen la salud y la seguridad de profesores, estudiantes y demás empleados en los edificios del recinto.
Reiteramos la confianza en el proceso de negociación iniciado por su administración, en el mejor espíritu universitario, y la apoyamos en sus gestiones.