Susan Figueroa González, presidenta del Colegio de Profesionales de la Enfermería de Puerto Rico (CPEPR), suscribió una comunicación escrita al candidato a la gobernación, Juan Dalmau Ramírez, en la que le instruyó sobre la Enfermería de Práctica Avanzada con especialidad en Nurse Practitioners, luego de que expresara públicamente su oposición a convertir en ley algún proyecto que permita que estos profesionales puedan prescribir medicamentos en la isla.
Figueroa González, que representa a 40,000 profesionales de la enfermería, reaccionó sorprendida y decepcionada con la postura de Dalmau Ramírez durante el foro de candidatos a la gobernación sobre propuestas de salud organizado por el Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico.
El candidato independentista expuso que permitir que los nurse practitioners puedan recetar medicamentos «es un concepto externo que se quiere traer a Puerto Rico, como tantos otros y no estoy de acuerdo en que ese sea el caso».
«Asumimos, por su respuesta, que no contó con la información necesaria para contestar de forma adecuada y correcta. A través de este escrito, nos permitimos orientarle sobre quiénes son los nurse practitioner, su preparación académica, funciones establecidas por ley y lo que se propuso en el P. del S. 1390», señaló Figueroa González.
Según le explicó, la medida radicada durante la pasada sesión legislativa proponía enmiendas a la Ley 247-2004, conocida como Ley de Farmacia de Puerto Rico, para reconocer la figura del Nurse Practitioner como prescribiente autorizado para expedir recetas.
«Es importante que Dalmau y los demás candidatos a la gobernación sepan que la Ley 254-2015, que regula la práctica de la enfermería, faculta a los nurse practitioners a emitir recetas y órdenes de medicamentos bajo acuerdo colaborativo con un médico debidamente licenciado, siempre y cuando los medicamentos no figuren bajo la categoría I y II de la Ley de Sustancias Controladas. No obstante, la Ley de Farmacia nunca ha sido atemperada para reconocer la facultad estatutaria de estos profesionales de la salud», mencionó Figueroa González.
Añadió que estos profesionales de la enfermería, según lo definido por ley, poseen licencia de la Junta Examinadora de Enfermería en la categoría de generalista y un grado de doctorado en práctica de enfermería clínica, maestría en enfermería con enfoque en práctica avanzada, o una certificación post grado, luego de poseer un grado de maestría en enfermería con enfoque en práctica avanzada. Esta categoría incluye especialidades de práctica como; especialista clínico, obstetricia-partería, anestesia, nurse practitioner y cualquier otra especialidad que emerja dentro del concepto de práctica avanzada.
«El personal de práctica avanzada debe tener preparación académica en fisiopatología, examen físico y farmacología avanzada, de una institución reconocida por el Consejo de Educación de Puerto Rico y la Junta Examinadora de Enfermería. Además, deben haber aprobado una reválida emitida por la Junta Examinadora, o tener una certificación de la American Nurses Credentialing Center, American Academy of Nurse Practitioners, American Association of Nurse Anesthetists u otra asociación especializada en el área correspondiente reconocida por la Junta Examinadora de Enfermería, para obtener licencia en esta categoría», señaló Figueroa González en su carta.
La presidenta del CPEPR, añadió que los nurse practitioners pueden realizar exámenes físicos avanzados, emitir órdenes de laboratorios, sonografías, rayos x, estudios de medicina nuclear, electrocardiogramas, pruebas de función pulmonar, diagnósticas, de cernimiento de cáncer cervical, cáncer de próstata, biopsia de piel, entre otros estudios. De igual forma, están facultados a establecer planes de tratamiento de acuerdo con las necesidades de los pacientes y previamente aprobados por un médico a través de acuerdos colaborativos entre un médico y un nurse practitioner.
«La oposición del candidato a la gobernación Juan Dalmau Ramírez a que los nurse practitioners puedan recetar medicamentos en Puerto Rico representa un retroceso para la atención de salud en la isla. Esta postura desconoce la preparación y experiencia de estos profesionales, quienes ya están facultados por ley para ejercer dicha función bajo acuerdos colaborativos con médicos. Además, contribuye a la emigración de estos profesionales altamente capacitados hacia Estados Unidos, en un momento en que nuestro país necesita retener a los mejores talentos para garantizar un sistema de salud eficiente y accesible para todos», expuso Figueroa González.