A pesar de saber qué causa la sed, no se tiene muy claro qué es exactamente lo que la calma. Suele creerse que el simple hecho de hidratarse lo logra, pero se ha demostrado que la sed desaparece antes de que el cuerpo haya absorbido todo el líquido que necesita. Es por eso que se sugirió que se trata más bien de señales sensoriales en la boca, y un grupo de científicos en el Centro Monell, en Filadelfia, se dieron a la tarea de averiguarlo.
Los investigadores reunieron a 98 personas de entre 20 y 50 años de edad para investigar varias sensaciones en la boca con el propósito de identificar cuáles quitarían mejor la sensación de sed e influenciarían la cantidad de bebida ingerida.
Para que tuvieran sed durante las pruebas, los participantes se abstuvieron de tomar líquidos desde la hora de la cena del día anterior, así como de cenar. Solo pudieron desayunar una tostada con mermelada. Así, para el momento del estudio, todos sentían una fuerte sensación de sed.
Después, a cada uno se les dio 5 minutos para beber 400ml (13.5oz) de agua en una de cuatro condiciones, variando la temperatura (fría o al tiempo), y gasificación del agua (carbonatada o no). Al terminar este tiempo, y tras un descanso, se les dio a todos la libertad de tomar agua sola, sin carbonara y a temperatura ambiente. Investigadores midieron la cantidad de agua tomada después de la experimental, y así evaluar qué tan bien, o mal, se había calmado la sed.
Lo que notaron fue que las bebidas frías quitaban la sed de una forma más efectiva que a temperatura ambiente. Esta efectividad aumentaba si estaba carbonatada. También notaron que estas bebidas incitaban a las personas a tomar más líquido.
Estos resultados, publicados en la revista PLOS ONE, podrían ayudar a encontrar formas de incrementar la ingesta de fluidos en poblaciones en riesgo de deshidratación, como personas mayores, atletas y soldados, de acuerdo con los investigadores
Realizaron otros experimentos, poniendo a prueba otras variables de la bebida, como niveles de astringencia, dulzura y acidez, pero no notaron diferencia en su efectividad para calmar la sed.
Sin embargo, en una de ellas agregaron mentol a la bebida, para crear una sensación de frescura. En este caso notaron que esto tenía aun efecto similar al agua fría para calmar la sed. “Esto muestra que la percepción de frescura es lo que influencia la sed, no la frescura en sí”, comentaron los responsables del estudio.