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La secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Carmen R. Guerrero Pérez, instó que el Municipio de Loíza también debe gestionar ayudas de emergencia y propuestas estatales y federales para atender la situación de erosión costera en Parcelas Suárez, como se le ha orientado en varias ocasiones.

La planificadora expresó que el DRNA levanta todo el cúmulo de información técnica y científica sobre el problema de erosión costera en ese litoral e incluso puede asistirles en cualquier propuesta federal y, en este caso, Loíza encabeza la lista de prioridades, pero corresponde al Municipio encaminar la respuesta de emergencia ante la Agencia estatal de Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (AEMEAD) si considera que hay riesgo de vida y propiedad en el lugar. Esto se le ha informado al Municipio en múltiples reuniones efectuadas en Parcelas Suárez.

La funcionaria recordó que el DRNA, en coordinación con USACE y científicos del Recinto de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) estudian actualmente el comportamiento de los sedimentos en todo el litoral costero que va desde Loíza hasta ensenada Boca Vieja, en Toa Baja, y otro segmento en Rincón. El objetivo es identificar las posibles fuentes de sedimentos o arena para que prospectivamente el componente multiagencial y los municipios puedan emprender posibles proyectos de nutrición de playas que ayuden a reducir la pérdida de ese recurso ante la erosión. Esta investigación debe culminar a principios del año entrante.

Además, en los pasados días el Distrito de Jacksonville del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos (USACE, por sus siglas en inglés) aprobó una propuesta de $50 mil sometida por el DRNA para realizar un estudio técnico sobre las alternativas a corto plazo en la costa de Parcelas Suárez, en Loíza.

«El estudio deberá comenzar para el próximo año cuando pase la marea alta y el fuerte oleaje que producen los frentes fríos del invierno. El oleaje de alta energía, que agrava los procesos de erosión, comienza en noviembre y se extiende hasta marzo», explicó la titular.

Dijo que luego de determinar las alternativas, el proyecto pasará a las etapas de diseño y de búsqueda de fondos para implantarlo. Si el costo del proyecto no sobrepasa los $400 mil, el Cuerpo de Ingenieros lo sufragará en su totalidad. De ser más de $400 mil, se deben parear los fondos.

«Parcelas Suárez no es un caso aislado. El caso es similar al de otros segmentos costeros en Puerto Rico que durante esta época del año en la que el embate del mar se intensifica, podrían enfrentar situaciones de emergencia para las cuales las comunidades afectadas tendrán que movilizarse y comunicarse con las agencias de Manejo de Emergencia tanto estatal como municipal para que procedan de manera coordinada en la misión de proteger vida y propiedad. Estas agencias tendrán que coordinar a su vez con el Cuerpo de Ingenieros y el DRNA para obtener los permisos a las alternativas de emergencia. Es por ello que insistimos en que los esfuerzos deben ser multisectoriales», expresó Guerrero Pérez.

El DRNA identificó la existencia de cerca de 40 puntos de playa con mayor riesgo de erosión costera que están ubicados principalmente en la parte norte y este de Puerto Rico. La erosión es un problema que no es exclusivo de Puerto Rico, sino que se experimenta a nivel internacional en todos los sitios costeros que enfrentan el aumento en el nivel de mar asociado a los cambios climáticos.

La erosión costera es un proceso natural que se agrava debido a la extracción de arena y el transporte de sedimento litoral. También recrudece cuando se intenta interrumpir el proceso mediante la construcción de rompeolas, paredes y muros espolones.

Tanto la propuesta para la asignación de fondos para el estudio técnico como la identificación de los puntos de playa son algunas de las múltiples iniciativas tomadas por el DRNA para atender los retos de la erosión costera. Otras iniciativas incluyen la elaboración del Informe del Estado del Clima en Puerto Rico y la implantación de las órdenes ejecutivas para la Adaptación al Cambio Climático y el Sistema de Referencia Oficial de la Zona Marítimo Terrestre. Asimismo, se han desarrollado estudios de modelaje de marejada ciclónica en Puerto Rico, junto a la Universidad de Puerto Rico (UPR); estudios de la dinámica de los sedimentos en la costa de Loíza a Toa Baja y Rincón, en coordinación con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército (USACE). La agencia continúa trabajando con los planes de adaptación comunitaria en Culebra, Dorado, Rincón, Salinas y Loíza.

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