Por: Wilfredo Cosme Blanco MD, PhD
Especialista en alergia, asma e inmunología
Ya llega la tan esperada época veraniega y nos prepararnos para pasar más tiempo en el exterior. Sin embargo, para muchas personas el verano es asociado con la época de exacerbación de alergias.
Durante el verano tenemos la visita del polvo del Sahara y concuerda con el aumento en la actividad de lluvia, humedad y calor. Ya es común escuchar en las cápsulas del tiempo el informe diario del nivel del polvo del Sahara, humedad, polen y hongos en nuestro ambiente.
El polvo del Sahara es un particulado que puede irritar nuestra vía respiratoria, causando inflamación en la misma. A la vez, pueden cargar polen, hongos y microorganismos que pueden abonar al desmejoramiento de nuestra salud. El aumento de humedad y lluvia, característicos de la época, también contribuyen al aumento de esporas de hongos, tanto en ambientes exteriores como interiores. El alto nivel de humedad crea un ambiente propicio para el crecimiento de los ácaros del polvo, la causa más común de alergias ambientales en Puerto Rico.
La presencia abundante de alguno de estos alérgenos podría significar el comienzo de gotereo nasal, picor en la nariz y ojos y las exacerbaciones de asma; afectando nuestra rutina diaria significativamente. Sin embargo, esto no debe ser la regla de tu vida, sino la excepción.
Existen pruebas para poder identificar algunos de los causantes de estos síntomas de alergias; a la vez que se pueden crear estrategias para poder evitarlos. No obstante, muchas veces estas estrategias deben ser acompañadas del uso de medicamentos preventivos para que las mismas sean efectivas. Visita tu médico alergista favorito para crear un plan personalizado y puedas disfrutar de tu verano sin limitaciones. ¡Respira y vive feliz!