El incidente en el que lamentablemente perdieron la vida tres jóvenes en el Paseo Atocha la madrugada del Día de los Padres, patentiza el grave problema de seguridad pública que confronta nuestra ciudad y la necesidad de atenderlo de forma efectiva. La seguridad es un asunto prioritario y en nuestra ciudad las prioridades están invertidas. El mejor ejemplo de ello es la reducción en las partidas concernientes a la Policía Municipal en el Presupuesto que esta semana se propone aprobar la Asamblea Municipal.
Necesitamos una Policía Municipal fortalecida con nuevos miembros, bien pagá, bien equipada, bien adiestrada y bien capacitada. Necesitamos dotarla de una Comandancia con todas las facilidades, equipos y la tecnología necesaria para que, en un ambiente propicio, pueda ejercer cabalmente sus funciones.
Gran parte de las calles del casco de la ciudad, en donde suele concentrarse la mayor cantidad de jóvenes en busca de diversión, se encuentran a oscuras; edificios abandonados o convertidos en estorbos públicos han proliferado y la incidencia criminal ha aumentado en todos sus renglones.
Ante ello y dado el hecho de que la presencia policial ha disminuido por la baja entre sus miembros y por el cierre de varios de los cuarteles de la Policía Estatal, impera el mejoramiento y la modernización de estrategias y una comunicación y coordinación constante, asertiva y efectiva entre ambos cuerpos, para la mejor utilización de sus recursos.
Nuestro más sentido pésame a los familiares y demás deudos de las víctimas, a algunos de los cuales nos unen lazos de amistad.