Después de dos años de combustible barato y ninguna crisis importante que afectara la demanda de viajes, las aerolíneas estadounidenses experimentarán lo que parece ser un 2017 más turbulento. Abróchense los cinturones.
Es probable que las aerolíneas informen mayores gastos en combustible en el cuarto trimestre de 2016, mientras se esperan más alzas a futuro, lo que pone fin a siete trimestres consecutivos de descensos en el gasto de combustible para aviones. Los precios del crudo se han duplicado con creces desde tocar un mínimo de US$26 por barril en febrero de 2016 y muchos analistas esperan nuevas, aunque modestas, alzas este año.
Además de esta presión de costos, tres de las cuatro mayores aerolíneas de Estados Unidos llegaron a acuerdo recientemente en una serie de contratos laborales, que representan cerca de US$3.300 millones en mayores gastos de operación para fin de año, según Raymond James Financial Inc. La única línea aérea que no ha realizado negociaciones laborales en el último tiempo es American Airlines Group Inc., debido a que su fusión con US Airways hace tres años trajo como consecuencia nuevos acuerdos contractuales. Sin embargo, sus pilotos están pidiendo revisar sus contratos con el fin de que sus salarios se nivelen con los aumentos obtenidos por sus colegas en Delta Air Lines Inc., Southwest Airlines Co. y United Continental Holdings Inc.
“Esta es la primera vez en dos años en que el combustible para aviones sube, y a todos les gusta decir ‘Ah, eso ya está incorporado en el precio’. Y yo digo ‘No, no lo está’”, dice Helane Becker, analista de Cowen & Co., que prevé una caída de 20 por ciento este año para la utilidad neta ajustada de la industria en Estados Unidos.
Para el primer trimestre, Becker proyecta que los dos mayores costos operativos de las aerolíneas estadounidenses -empleados y combustible- subirán 25 por ciento, liderados por un alza de 17 por ciento en los pagos a los empleados. Las aerolíneas, dijo, “están viendo incrementos en los costos, pero no están viendo que su poder de fijación de precios aumente tanto como los costos”.
Debido a los menores márgenes de ganancias, Cowen redujo el miércoles a desempeño de mercado sus calificaciones para cinco aerolíneas estadounidenses: Alaska Air Group Inc., JetBlue Airways Corp., Spirit Airlines Inc., American y United.
Pese a la turbulencia que se vislumbra, las aerolíneas aún ven algunas señales positivas. La más grande está en el frente de los ingresos, principalmente hacer que los pasajeros paguen más por los boletos. Después de más de un año de caídas del ingreso por unidad debido a un exceso de capacidad que reprimió las tarifas, los operadores esperan revertir la tendencia en el primer trimestre. El miércoles, Delta respaldó este argumento al informar que el ingreso por pasajero por asiento disponible por milla -medición estándar de la industria- no registró cambios en diciembre.
Esto fue bien visto por los analistas, muchos de los cuales están obsesionados respecto de cuándo la industria pasaría este particular punto crítico. Además es un buen augurio para otras aerolíneas que buscan limitar la capacidad y sacar más dólares de sus clientes.
Entre otras razones por las que puede esperar pagar más en 2017 está la fusión de Alaska con Virgin America, consolidación que podría causar un aumento de las tarifas en algunas rutas. En tanto, American y United lanzarán nuevas tarifas básicas para segmentar aún más sus cabinas, por precio, siguiendo una iniciativa similar de Delta. Las aerolíneas esperan que tales esfuerzos generen cientos de millones de dólares en nuevos ingresos en los próximos años. Y finalmente, los operadores estadounidenses están tratando de aumentar su capacidad general en menos de 3 por ciento, el menor porcentaje desde 2013, según analistas de JPMorgan Chase & Co.
Todo esto significa que los viajeros probablemente pagarán más por volar que en los últimos años, principalmente porque las aerolíneas realmente necesitan su dinero.