La alcaldesa de Morovis Carmen Maldonado González reabrió hoy el cuartel de la policía municipal en el Barrio Barahona, comunidad compuesta por unos 3,000 habitantes. El mismo servirá además a los Barrios Franquez y Torrecillas. Dicho cuartel había sido cerrado hace cinco años por la pasada administración municipal. «La seguridad de nuestros ciudadanos es prioridad para esta servidora y uno de los compromisos que tenía con la gente de Barahora era ser más efectivos con los recursos y hemos cumplido con la reapertura de este cuartel», detalló la Alcaldesa durante la ceremonia realizada en el local en la Carretera #633 km 3.5 cerca de la Escuela Intermedia Angel G. Quintero Alfaro.

El cuartel municipal va a contar con un tener un retén permanente con turnos establecidos y vehículo de servir a los Barrios Barahona, Franquez y Torrecillas. Ya estos vecinos no tienen que llegar hasta el pueblo para solicitar orientaciones o tramitar querellas. Para consultas telefónicas el número a llamar sigue siendo el 787-862-3250. «La incidencia criminal en Morovis ha bajado entre 20 y 25% en delitos Tipo 1 y por esa razón seguimos trabajando en estrategias de prevención en conjunto con la Policía Estatal», añadió Maldonado, primera mujer en ocupar la alcaldía moroveña desde su fundación en 1818. La Alcaldesa aprovechó la oportunidad para anunciar los nombres de los dos policías destacados, Angel Nieves y Sharon Román. De igual manera se entregaron uniformes nuevos a todos los miembros de la policía municipal moroveña.

Decenas de residentes de la apertura, como Brenda de Jesús. «Estamos bien agradecidos de esta iniciativa de la alcaldesa y recordamos hace varios años cuando balearon el hijo de un comerciante muy apreciado por la comunidad, en verano de 2016. Fue un hecho muy triste y la verdad hacía falta que este cuartel estuviera abierto también para ayudar a para controlar los ruidos excesivos de equipos de sonido en las noches. Ahora tendremos la tranquilidad de tener vigilancia preventiva. Siempre es importante que la comunidad coopere, que estemos unidos y vigilantes. No podemos dejarlo todo a la policía».

Un componente especial de dicha comunidad son las iglesias, como la parroquia católica San Pablo Apostol y la episcopal La Ascención, quienes estuvieron representados por el P. Lisímaco Hincapié y la Rev. Brunilda Morales, respectivamente. «Había un reclamo de la comunidad para trabajar en la seguridad, teniendo en cuenta el hecho de tener una escuela cerca», de expresó el P. Hincapié, sacerdote colombiano con varios años de servicio en Morovis. «Sepa la policía que cuenta con nuestro respaldo para trabajar en conjunto. Para eso Dios nos ha puesto aquí», finalizó la reverenda Morales.

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