La alcaldesa de Loíza Julia Nazario Fuentes activó un centenar de voluntarios, empleados municipales y del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) para poner al día las instalaciones del Bosque Estatal de Piñones, una maravilla ecológica única en el mundo, que durante esta época de verano recibe visitantes locales y del extranjero. «Hace unas semanas visitamos el Bosque de Piñones y las instalaciones sufrieron muchos daños luego del paso de los huracanes y necesitaba atención urgente.  Ese mismo día, llamé a la secretaria del DRNA, licenciada Tania Vázquez Rivera, ya que el Bosque está asignado a dicho departamento y le informé que el Municipio iba a impactar el área para limpiar y arreglar. De inmediato formamos un junte muy productivo», destacó Nazario Fuentes, acompañada de la Secretaria del DRNA y su equipo de trabajo. «Estamos bien agradecidos de la celeridad con que Vázquez y su equipo reaccionaron a esta iniciativa».
Por su parte, la Secretaria de expresó que como del trabajo colaborativo entre el DRNA y el Municipio de Loíza, «hoy podemos hacer posible estas labores. Este bosque representa un atractivo turístico y nosotros, como agencia que lo custodia y administra, queremos que lo siga siendo. Agradecemos al personal regional y del Negociado de Áreas Naturales Protegidas por el trabajo; también a los empleados municipales y su alcaldesa, Julia Nazario. Una vez más, el trabajo colaborativo entre agencias estatales y municipales da fruto y seguiremos trabajando para lograr más».
Concretamente, las labores consistieron en la limpieza de las áreas verdes, disposición de material vegetativo, recogido de basura y material reciclable. Ya durante las próximas semanas las instalaciones estarán listas para recibir visitantes. «También contamos con el apoyo del arquitecto Eliott Martínez Joffre, quien inspeccionó la zona de la torre de observación para verificar su seguridad, las verjas y el pequeño muelle que mira a la laguna», añadió Nazario Fuentes. «Vamos a solicitar al gobierno central que nos traspasen la titularidad de las instalaciones, de manera que el Municipio se encargue del mantenimiento adecuado y potenciar su desarrollo. La realidad es que los recursos del DRNA son limitados y está probado que los municipios somos la primera línea de servicio al ciudadano».

Por su parte, Herminio A. Díaz Serrano, oficial de manejo del Bosque, detalló que el mismo quedó destrozado luego del Huracán Irma, «por la gran cantidad de vegetación que hay en la zona. Estuvimos diez días limpiando los accesos. Cuando  el Huracán María, ahí si hubo una gran tragedia, porque no había protección vegetal previa. «Imagínate cómo fue cuando María, pues la Laguna de Piñones se desbordó y llegó a inundar incluso nuestra oficina con tres pies de agua. Nosotros estamos a dos pies sobre el nivel del mar. Fueron inundaciones severas que con las marejadas del norte se agravó la situación porque las dunas no tenían protección vegetal. La comunidad estuvo cinco días incomunicados, pero recibimos la ayuda de la alcaldesa Julia Nazario y del alcalde Aponte de Carolina, pues el Bosque se comparte por ambos municipios, casi al 50%-50%»,

Pocos saben que Loíza tiene dos zonas de bioluminisencia, una de ellas en la Laguna del Bosque de Piñones y en ocasiones en Vacía Talega. «La concentración de los dinoflagelados, que son los microorganismos que producen ese fenómeno de luz, varía por las corrientes, pero sí, hay magníficas noches cuando disfrutamos de ese brillo, como pasa en La Parguera, Fajardo o Vieques. La contaminación lumínica es baja en esos lugares y eso ayuda», añadió Díaz Serrano. Una de las buenas noticias que se destacaron durante los trabajos es que el anidaje de tortugas ha continuado su ritmo normal, a pesar de los cambios topográficos en la zona. «Las marejadas del norte causaron pérdidas de nidos, porque algunas de esas marejadas fueron de 35 pies de alto, pero hemos identificado nidos y los cuidamos para evitar saqueos. Lamentablemente el depredador más peligroso para las tortugas es el ser humano. Tanto el tinglar como el carey, la tortuga verde y la cabezona están en peligro de extinción y están protegidas por severas leyes federales», añadió Díaz Serrano.

El Bosque Estatal de Piñones tiene extensión de 1,560 acres y se encuentra ubicado en el llano costanero del norte de Loíza. Está clasificado como Zona de Vida de Bosque Húmedo Subtropical. Ya desde 1918 está protegido y en la actualidad le aplican todas las disposiciones de la Ley de Bosques, Ley Núm. 133 de 1 de julio de 1975, según enmendada. La Junta de Planificación, a tenor con las recomendaciones del DRNA, designó al bosque como una Reserva Natural el 20 de septiembre de 1979.
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