Según los datos más recientes de Censo Federal, se estima que en Puerto Rico viven más de 900,000 personas con algún tipo de impedimento y la labor de los cuidadores de estas personas es dura y en ocasiones, pasa inadvertida, particularmente lo relativo a una gran preocupación, «¿qué será de mi ser querido el día que yo no esté aquí?». Atendiendo esa necesidad, la Defensoría de las Personas con Impedimentos (DPI) y su Programa de Protección y Defensa de las Personas con Condiciones Mentales (PAIMI), realizaron un taller para cuidadores, con el propósito de compartir experiencias y alternativas de acción. «Para los cuidadores es enriquecedor ver casos parecidos a los suyos y atender la gran preocupación que les acompaña todas las horas del día: qué pasará con la persona a mi cargo el día en que yo falte. Por eso es tan importante realizar este tipo de orientaciones y ampliar las posibilidades de planificación y manejo de cada caso», expresó Gabriel Corchado, defensor interino de DPI. La Defensoría de las Personas con Impedimentos cubre un amplio espectro de temas.
«Nuestra misión incluye servicios en diez programas diferentes, desde información y referido de casos, hasta protección y defensa de personas con deficiencias de desarrollo, condiciones mentales y lesiones cerebrales traumáticas. También atendemos rehabilitación vocacional, asistencia tecnológica, derechos de electores y servicios a beneficiarios de Seguro Social por incapacidad», añadió Corchado. La directora ejecutiva de la división de protección y defensa de la DPI, Carmen Janet Collazo, enfatizó la importancia de adquirir los conocimientos necesarios en términos de derechos y deberes, para ser más efectivos en el cuidado de las personas con impedimentos.
Uno de los recursos que se presentaron en el taller, el licenciado José Montalvo Vera, padre de un niño con impedimentos, recomendó al centenar de participantes reunidos en el salón Samuel R. Quiñones del Capitolio que establezcan como prioridad el reunirse en grupos y cabildear ante la Legislatura para que se atiendan efectivamente las necesidades de las personas con impedimentos. «Estos padres y madres dedican su vida entera a sus hijos, pero llega el momento en que la edad y la salud no les permite continuar. Aunque existen centros de cuidado extendido tipo hogar, el gobierno tiene pocas opciones en términos de cupo. Hay que fomentar el activismo para que el gobierno tome acción», aseguró.
Por su parte, la presidenta de Consejo Consultivo del Programa de Protección y Defensa de las Personas con Condiciones Mentales (PAIMI), Millie Court, añadió que «es importante que los cuidadores no tengan limitaciones impuestas, que no tengan vergüenza es exigir sus derechos. La realidad de las personas con impedimentos no es un asunto solamente del hogar, es de la sociedad completa. No tengan pena en exigir soluciones».
En una de las ponencias presentadas ante la audiencia, la licenciada Sharon Hernández López, madre de una niña con impedimentos, ofreció detalles legales relacionados a asuntos testamentarios y la importancia de trabajar estos temas con tiempo. «De igual manera, hay que realizar una estrategia de planificación financiera a largo plazo, y hay que comenzarla desde ahora, no podemos dejarlo para cuando estemos mayores». En términos sociales y comunitarios, la abogada recomendó afianzar lazos familiares y comunitarios. «Por supuesto que en ocasiones nos sentimos solos, cansados y agobiados, pero hay que extender la mano a los que estén cerca, los familiares, vecinos, amigos. Esa red de apoyo es importante». El seminario realizado en San Juan será repetido en otras regiones de Puerto Rico. Las fechas y lugares serán divulgados oportunamente.