Miembros del Congreso de Estados Unidos enviaron una carta al administrador de la Agencia de Protección Ambiental federal (EPA por sus siglas en inglés), Michael Regan, expresando su gran preocupación sobre la continua mala administración en el manejo de las cenizas de carbón y las violaciones a la regla de residuos de combustión de carbón por parte de la empresa AES Puerto Rico.
Según la misiva, durante años, la empresa AES mezcló agua con cenizas tóxicas de carbón y las utilizó como «relleno» a través de Puerto Rico para construir carreteras y desarrollos de urbanizaciones, dejando un legado de miles de toneladas de estos desperdicios peligrosos descubiertos en áreas residenciales.
«El polvo fugitivo ha sido una gran causa de preocupación, ya que las cenizas de carbón son constantemente sopladas en el aire, lo que aumenta el riesgo de exposición al asma entre los niños y se aloja en las personas causando enfermedades graves», expresaron los miembros del Congreso en su carta.
De igual forma señalaron que la acumulación de las cenizas tóxicas, en la planta de AES en Guayama, mantiene expuestos estos desechos a fuertes vientos y lluvias, lo que ha contaminado severamente el aire y agua subterránea.
«Como resultado, la pila de desechos arrojó polvo a las comunidades vecinas y contaminó el agua subterránea subyacente. Creemos que la EPA debe investigar los sitios de relleno tóxico, asegurarse de que el agua subterránea se restaure a su condición original de manera oportuna, investigar y exigir la eliminación de las pilas de cenizas de carbón descubiertas restantes en la isla y hacer cumplir la regla CCR «, añadieron.
Además de las Congresistas Nydia M. Velázquez, Alexandria Ocasio-Cortez y Rashida Tlaib, también endosaron el escrito a la EPA los Congresistas Raúl M. Grijalva, Adriano Espaillat, Jerrold Nadler, Jesús «Chuy» García, y Steve Cohen.
Para la joven Mabette Colón Pérez, residente de la comunidad Miramar de Guayama, es importante que se obligue a la AES asumir su responsabilidad por el daño infligido a las familias del país.
«Estas exigencias que hacen hoy los congresistas a la EPA, las hemos hecho diferentes líderes y personas afectadas por la AES desde hace años. Cada minuto que esa planta de carbón permanece encendida, son vidas que se pierden por la contaminación extrema, especialmente del aire y el agua. Ni la EPA ni el gobierno de Puerto Rico han tomado acciones para evitar que más personas sigan muriendo en mi comunidad», manifestó Colón Pérez.
Con estas expresiones coincidió Christine Santillana, asesora de asuntos legislativos de la organización Earthjustice.
«Algunas de las comunidades más pobres de Puerto Rico han estado viviendo con los impactos adversos a la salud de las cenizas de carbón durante más de una década, sin responsabilidad o remedio ambientalmente protector a la vista. Estamos agradecidos por el compromiso de la representante Velázquez de proteger la salud de los puertorriqueños, y ahora la EPA debe dar un paso adelante», dijo Santillana.
Por último, Víctor Alvarado Guzmán, portavoz del Comité Diálogo Ambiental de Salinas, insistió en que, tanto las agencias federales como el gobierno de Puerto Rico, son cómplices de la crisis de salud que ha provocado la empresa AES.
«No sólo se afectan las comunidades y escuelas alrededor de la planta de carbón, hay cientos de familias en varios pueblos que diariamente respiran cenizas tóxicas o se las beben en el agua que consumen. La crisis de salud y contaminación causada por AES se extiende más allá de Guayama, y ni las agencias ni el gobierno han hecho algo por monitorear los acuíferos o proteger a la gente. Por eso insistimos en que hay que cerrar la planta, tomar las acciones remediativas necesarias y, en lugar de estar evaluando si darle otro contrato a AES, hay que llevar a los tribunales a esa nefasta compañía para que asuma su responsabilidad por el daño que le ha causado a nuestra gente», expresó Alvarado.