San Juan, Puerto Rico – En la pasada mañana del domingo 19 de noviembre líderes del Movimiento Afropuertorriqueño a través de una protesta legítima y pacífica, que estuvo matizada por una gran presencia policiaca, se reunieron para levantar su voz de repudio frente a las facilidades del Museo de Arte de Puerto Rico por las recientementes acciones discriminatorias y racistas tomadas por la Junta de Síndicos y directivos de dicha institución cultural.

Encabezaron la manifestación los activistas Edwin Velázquez Collazo, fundador y director de Casa Silvana; Gloriann Sacha Antonetty-Lebrón, fundadora y editora de la Revista étnica; María Reinat Pumarejo, cofundadora de Colectivo Ilé y María Luisa Cortijo del Colectivo El Ancón de Loíza así como otras prominentes figuras del arte y la cultura afropuertorriqueña quienes señalaron que la decisión tomada por el museo de eliminar la Galería Cecilia Orta Allende, abierta en mayo del 2022, para rebautizar la misma con el nombre de la hija de unos prominentes donantes del museo demuestra un acto discriminatorio, racista y elitista por parte la institución. 

Indicando que el legado de Cecilia Orta Allende (1923-2000) es indescriptible comparado con la invisible aportación al arte del país de la recién proponente para el espacio en disputa. Señalando que la artista fue conocida como la «pintora del pueblo». Graduada con  una Maestría en Artes Plásticas en la Universidad Nacional Autónoma de México, exhibió en Puerto Rico y México. Además fundó la Galería de Arte Rodante y la Academia de Artes Plásticas de los Futuros Pintores con la que recorrió toda la isla ofreciendo clases gratuitas de arte en las comunidades negras y pobres de Puerto Rico. Cecilia no solo fue una artista plástica,  sino una mujer negra, educadora y activista comprometida con el arte como herramienta de transformación social, una pionera en el arte puertorriqueño. 

Reclamando que se restituya la Galería Cecilia Orta Allende para rendir no solo un homenaje a la artista sino a todos los artistas plásticos del país al ser la única galería, de las veinticuatro que tiene la institución, que lleva el nombre de uno de nuestros creadores. 

Finalmente señalan, que la transformación de los museos y las instituciones culturales puertorriqueñas deben encaminarse a contribuir a desarticular las violencias -simbólicas y materiales- que han marcado a los afrodescendientes además de adoptar medidas de inclusividad, antirracistas y descoloniales dentro de sus estructuras administrativas como parte de los actuales procesos universales de reivindicación y reparaciones. 

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