(Ponce, Puerto Rico) Un nutrido grupo de confinados de la Institución Adultos Ponce 1,000, del Complejo Correccional de Ponce, advirtió hoy mediante carta a la Administración de Corrección y Rehabilitación, Departamento de Justicia y a Physician Correctional (PS), que los recortes económicos a los servicios de salud mental están poniendo en riesgo su rehabilitación y eventual retorno a la sociedad.

La misiva firmada por 76 hombres, demuestra que están enterados de la crisis fiscal que afecta al gobierno, sin embargo, expresan que los servicios directos de salud a confinados no pueden verse afectados.

«Cesantear personal de salud mental desestabiliza esa parte de vital importancia para nosotros. No se pueden recortar los recursos que hacen viable el proceso de rehabilitación. Sería retroceder lo que con esfuerzo se ha logrado y socava, no el privilegio, sino el derecho de trabajar en nuestra rehabilitación de forma integral», mencionaron los confinados.

En la actualidad Physician Correctional, empresa que administra el programa de salud de la población penal, enfrenta un recorte presupuestario de $14 millones. Según Raúl Villalobos, presidente de (PS), los esfuerzos van dirigidos a lograr el respaldo del gobierno frente a la Junta de Supervisión Fiscal para que se identifique el dinero necesario y poder ofrecer los servicios.

Mientras, la preocupación mayor de los convictos es que le priven de los servicios del psicólogo y teólogo Osvaldo Berrios, trabajador social clínico que por 26 años en el Departamento de Corrección y Rehabilitación ha sido apoyo y responsable directo de los avances en el proceso de rehabilitación de muchos confinados.

De otro lado, la participación en cursos y servicios de salud mental son considerados en solicitudes de cambio de clasificación de custodia restrictiva y peticiones a la Junta de Libertad Bajo Palabra. Eliminarlos o limitarlos atrasaría la salida de confinados y afectaría las determinaciones de su sector de convivencia.    


«Sus 26 años (en el DC) y sus 42 de profesional se resumen en  una palabra; vocación. Encontramos en él ese apoyo fuerte, eslabón que tanto nos hace falta para nuestro proceso de rehabilitación trabajando con nosotros ansiedades, intervenciones en crisis, en fin, enseñándonos que tenemos las herramientas para ser productivos y sacar de este proceso esa parte que nos insta a continuar en esta metamorfosis para integrarnos a la sociedad», escribieron.  

Según los confinados el compromiso de Berrios quedó evidenciado tras el paso del Huracán María, siendo el único que ofreció servicios en el momento de crisis en Ponce 304, Ponce Máxima y Segregación de manera directa en los módulos.

«Es (Osvaldo Berrios) ejemplo de compromiso, dedicación y vocación con la comunidad correccional. Pedimos encarecidamente que se analice la situación y busquen la solución. Sean vehículo para aportar no socavar. Tenemos fe de que van a estudiar la situación a fondo para tener una respuesta afirmativa», reclaman en la carta.

La empresa (PS) anunció recientemente que logró la extensión de contratos a 67 empleados hasta el mes de diciembre. Entre estos la mayoría trabajadores sociales y psicólogos, no obstante, algunos confinados mencionan que solo hay tres profesionales para la población en Ponce que se estima en cerca de 3,000 confinados e incluye la Institución Correccional Ponce 500, Institución Adultos Ponce 1,000, Institución de Seguridad Máxima Ponce, Centro con Libertad para Trabajar, Institución Jóvenes Adultos Ponce 304, Ponce 224, Anexo Custodia Mínima Ponce, Centro Clasificación Fase III Ponce, Centro de Ingresos del Sur 676 y la Institución Correccional de Ponce.  

Share Button