El designado presidente de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), Juan Dávila Rivera, sentenció hoy que de ser confirmado al puesto por el Senado no será el subordinado de la comisionada electoral del partido de mayoría porque rendirá cuentas al interés público. Asimismo, informó que no ha pertenecido ni es parte de ‘chats’ político electorales a través de la aplicación de What’s App ni es donante de ningún partido político.

Así se lo dejó saber hoy al presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, en la vista pública en la que se evaluó su nombramiento para presidir la CEE y como juez superior del Tribunal de Primera Instancia.

«¿De ser confirmado como presidente de la CEE usted siente que será el subordinado de alguien? preguntó Rivera Schatz a lo que Dávila Rivera respondió «no señor presidente». ¿Ante quién va a rendir cuentas como presidente de la CEE? volvió a cuestionar el presidente del Senado cuya respuesta fue «ante la ciudadanía porque respondería al interés público».

«Yo quiero que ustedes sepan, y lo digo para el récord, que no quiero que el presidente de la CEE sea un subalterno de Norma Burgos. No le tengo ni así de confianza y no creo que representa a mi partido dignamente. Alguna gente se irrita cuando digo estas cosas, pero la verdad es la verdad», dijo Rivera Schatz en la vista pública.

«Los comisionados electorales deben defender los intereses del colectivo y no los intereses de sus familiares. No están allí para defenderse de investigaciones que puedan implicarles, sino que deben estar allí para defender el derecho al voto de los ciudadanos», destacó el presidente senatorial quien fue comisionado electoral.

Por su parte, el senador independentista, Juan Dalmau Ramírez, comentó que el «comportamiento inapropiado» de la comisionada Burgos Andújar «ha tenido el efecto de crear entre los comisionados un ambiente de confrontación, y de obstaculizar consensos y por eso existen grandes dudas de personas que sienten que usted puede ser tratado como un subalterno de la comisionada Norma Burgos».

A esos efectos, el comisionado electoral del Partido Popular Democrático (PPD), Miguel Ríos, opinó que «no se puede permitir que el presidente de la CEE sea ahijado de la comisionada (electoral del Partido Nuevo Progresista –PNP- Norma Burgos).

Mientras la comisionada electoral del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), María de Lourdes Santiago, opinó que si el nominado ejerce el cargo de presidente de la CEE sin involucrar su ideología partidista «está supeditado a la identidad y el carácter de las personas envueltas».

Por su parte, la expresidenta de la CEE, Liza García Vélez dijo que tuvo que hacerse a la idea de que «vas a dirigir y cargar el peso de la institución sólo…Afortunadamente me pude desvincular (de la ideología partidista)».

García Vélez destacó que quien ocupe el cargo de presidente de la CEE debe ser imparcial, independiente, vertical, firme, flexible, comprometido con la verdad, tener el espíritu de servicio, ser honesto, ponderado, analítico y crítico.

«A mi juicio, además de ser abogado, la persona que presida la CEE viene obligado a fomentar el consenso diariamente en la mesa de negociación. A falta de esa característica lo que tendrán es un sinnúmero de casos electorales pendientes en los Tribunales, perdiendo así la pericia técnica de la agencia, encareciendo los procesos administrativos y paralizando los trabajos relacionados hasta el final del pleito», aseveró García Vélez quien recomendó que la CEE tenga autonomía presupuestaria para «no estar a la deriva en la fase fiscal».

Share Button