Dormir es algo inevitable e indispensable para el adecuado funcionamiento de nuestro organismo. El doctor Patricio Peirano, del departamento de Medicina del Sueño de la Clínica Indisa, nos cuenta algunas cosas que ocurren mientras dormimos.
Los seres humanos contamos con varios relojes internos que se sincronizan con los ritmos del entorno. Uno es el circadiano, que requiere la integración de una serie de estructuras nerviosas para regular el ciclo sueño-vigilia, la temperatura corporal y la secreción de diversas hormonas durante las 24 horas.
La presencia o ausencia de luminosidad ambiental es fundamental para organizar las fases diurna y nocturna de los ritmos circadianos, sin embargo, los relojes biológicos de las personas son diferentes. Hay algunos que son “búhos” (noctámbulos) y otros “alondras” (matutinos), es decir, se sienten más activos al anochecer o se activan con la salida del sol.
Refuerzos
Al dormir, el cerebro trabaja intensamente para reforzar nuestra memoria. Para consolidar el aprendizaje activa las mismas regiones que para adquirir información o para recordar lo que necesitábamos mientras estuvimos despiertos: el hipocampo, la corteza entorrinal y el neocórtex.
Para preparar nuestro despertar, las hormonas que estimulan el tono de alerta van aumentando hacia el final del sueño para incrementar la capacidad de concentración y la energía física con el objetivo de realizar adecuadamente nuestras actividades durante el día. También incrementan la presión arterial y el metabolismo. Así, el sueño es particularmente relevante para restablecer diariamente las mejores condiciones para nuestra salud.
Para un sueño reparador
– Respeta tu sueño. Mantén un horario de sueño regular y proponte levantarte todos los días a la misma hora.
– En la noche, solo anda a dormir cuando sientas sueño y estés dispuesto para hacerlo.
– Cuando no puedas dormir, no permanezcas en la cama, levántate. Esto ayudará a regularizar el sueño.
– Si tienes problemas para dormir de noche, no duermas siesta. Eso favorecerá su sueño la noche siguiente.
– Mantén tu dormitorio ventilado y a temperatura adecuada, oscuro y en silencio durante la noche.
– Evita el ejercicio intenso en las horas previas a acostarte. Al aumentar la temperatura corporal, se dificulta el inicio del sueño.
– Evita el consumo de alcohol para inducir el sueño. Aunque pudiera ayudarte a dormir, tu sueño será de mala calidad y despertarás muchas veces en la noche.
– Fumar altera el sueño. Evita hacerlo, especialmente en las horas antes de dormir.
– Evita las comidas abundantes y bebidas que contengan cafeína. La leche tibia podría ayudar a dormir.
– Si persisten los trastornos del sueño, consulta a tu médico para identificar el origen de tu insomnio y establecer un tratamiento adecuado.