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Primero llegaron las dudas acerca de la necesidad de beber bebidas energéticas en el gimnasio. Poco después, el agua de coco se convertía en el refrigerio preferido de las modelos para entrenar y Rihanna se dedicaba a promocionar una firma concreta con descaro en sus videoclips. Una mañana se puso de moda tomar café con mantequilla bajo la premisa de que la ingesta de sus 400 calorías era el camino hacia el cuerpo perfecto. Ahora la moda es FATwater, una bebida que aúna agua purificada con un aceite especial (Bulletproof XCT Oil), vitaminas y stevia y que contiene dos gramos de grasa por botella. ¿Es el agua con grasa la bebida definitiva para adelgazar? ¿Por qué huir del aceite en las comidas para terminar sorbiendo H2O con triglicéridos de cadena mediana, que provienen del aceite de coco?

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El creador de esta bebida es David Asprey, el fundador del Bulletproof Coffee. Sí, el que hizo de una taza de café con mantequilla de 8 euros el boom en las dietas. Su nueva locura tiene 20 calorías y no contiene azúcares, por lo que promete ser la alternativa perfecta para el agua de coco o las bebidas energéticas, plagadas de azúcares que provocan picos de insulina en la sangre. Asprey asegura que su FATwater hidrata más que cualquier otra bebida, por concentrar el agua en las células de forma más eficiente. “Bebe un vaso de agua y verás cómo una parte de agua será absorbida por las células, mientras que otra parte no lo será. Cuando tu cuerpo ingiere grasas, las interpreta como un chute de energía. Esta bebida combina el agua con la grasa”, asegura David Asprey a la revista TIME.

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“El aceite XCT sigue un camino metabólico concreto que quema grasas en lugar de almacenarlas. Aporta al cuerpo gasolina de calidad”, explica la etiqueta de este agua. Lo cierto es que los triglicéridos de cadena mediana se digieren de forma diferente que otro tipo de grasas. En lugar de almacenarse en el tejido graso para ser quemados más tarde, se queman directamente. El problema es que, según la revista TIME, este efecto no aporta al cuerpo más energía, sino que hace precisamente lo contrario. Puesto que no almacenas energía alguna, en realidad no es útil.

La magia de estos triglicéridos reside en sustituir al aceite de oliva o a la mantequilla a la hora de cocinar, como cuando se emplea aceite de coco como sustituto. Un estudio de St-Onge llevado a cabo durante 16 semanas dictaminó que la gente que consume entre 18-24 gramos de aceite de coco al día perdió más peso que los que consumieron aceite de oliva. El problema es que mientras que este estudio empleó un mínimo de 18 gramos de este tipo de triglicéridos, su encargada cree que los dos gramos de aceite presentes en cada botella de FATwater son insuficientes para ofrecer resultados similares.

 

Sin embargo, la dietista de las celebrities, Kate Geagen, coincide con la teoría de que ingerir grasas es crucial para perder peso. “Las grasas ayudan a que el azúcar no se dispare en la sangre tras comer, algo que sí ocurre después de ingerir hidratos refinados. Incluir grasas sanas en los snacks y en las comidas es crucial para perder peso”, sentencia.

La revista Shape ha hablado con una cardióloga especializada en dietas y en cómo el cuerpo humano metaboliza la grasa. Su veredicto tampoco es favorable. Aunque reconoce que las grasas de calidad son necesarias y ya no han de ser relegadas de nuestra comida diaria, tomarlas directamente sigue sin ser el camino hacia la salud y el cuerpo perfecto. “Uno de los beneficios de las grasas saturadas es que son saciantes, por lo que no veo ventaja alguna a sumarlas al agua, puesto que no incrementan este efecto“, asegura. Las grasas exigen comida para ser absorbidas, por lo que cree que se han de ingerir tras hacer deporte junto con una comida equilibrada que incluya proteínas, no mediante sorbos.

También afirma que la grasa y el agua se digieren de forma diferente. “El agua es absorbida por los intestinos mediante la ósmosis, un proceso pasivo que no exige energía alguna. Pero la grasa requiere un sistema de transporte que necesita energía para ser digerida. No solo no aporta energía, sino que la necesita para ser quemada, por lo que el que FATwater anuncie un subidón de energía no tiene sentido desde el punto de vista biológico”, afirma.

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La web de FATwater explica el proceso por el que este agua funciona. Los triglicéridos de cadena mediana se absorben y no necesitan enzimas para hacerlo. Se absorben por el intestino delgado a través de la vena porta. Viajan directamente al hígado a través de dicha vena, y es allí donde pueden convertirse en cuerpos cetónicos, una fuente de energía para el cuerpo, en lugar de almacenarse como grasa. La cetona es una forma de energía necesaria cuando los almacenes de glucosa están bajo mínimos o cuando las dietas son bajas en hidratos.

Tras ingerir FATwater, el exceso de cetona no se almacena como grasa, una particularidad de los triglicéridos de cadena mediana. En lugar de eso, se excretan a los pulmones y al hígado. Los cuerpos cetónicos son una fuente de energía que puede ser transportada a músculos, cerebro y órganos. El incremento de cuerpos cetónicos procedente del consumo de triglicéridos de cadena mediana aporta energía de gran calidad para todo el que necesite un aporte extra de energía.

Si tenemos en cuenta la facilidad con la que se han olvidado de beber sorbos de café con mantequilla (Ed Sheeran reconoció estar enganchado), quizás sea el momento de esperar a que los estudios científicos digan algo acerca de la rareza de sorber agua con aceite. O aprovechar y hacer un barquito de pan y mojarlo en aceite. Hidratos y aceite de oliva pueden no ser la mejor idea para perder peso, pero al menos conocemos los resultados de su ingesta.

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