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Foto Suministrada Prensa R.U.M.

 

Una vez más, un equipo de estudiantes del Departamento de Ingeniería Mecánica (INME) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), se destacó a nivel internacional al alcanzar el segundo lugar en la categoría de ingeniería; y el tercer lugar en la de manufactura en una competencia de diseño y elaboración de un vehículo reconfigurable. Del mismo modo, recibieron un reconocimiento especial que otorgó, por primera vez, la compañía Siemens, al grupo que mejor utilizó el programa de diseño NX.

El evento, en el que participaron 45 universidades, se llevó a cabo durante el foro internacional de Partners for the Advancement of Collaborative Engineering Education (PACE), en la Universidad de São Paulo, Brasil. El proyecto consistía en la creación de un carro en el que se pudiera adaptar un espacio para diferentes necesidades. El equipo colegial decidió implementar el diseño para compañías que ofrecen el servicio de car sharing, en el que se renta un vehículo por horas.

El colectivo colegial, sobre el que recayó establecer toda la logística del andamiaje de la competencia y adaptar el diseño a las especificaciones ingenieriles, colaboró con otras cuatro universidades: College for Creative Studies (CCS), de Detroit, quienes sometieron el diseño,  Centro Universitário da FEI, de Brasil, a cargo de construir el modelo; el Instituto Tecnológico de Monterrey: Campus de Toluca y Universidad Iberoamericana, ambas de México, quienes colaboraron en la documentación.
«El concepto que presentó Mayagüez fue un vehículo que por la parte trasera es común para distintas reconfiguraciones. Estamos pensando en un vehículo autónomo y le estamos dando una herramienta a la persona que alquila el vehículo de tener distintas alternativas. Me siento muy contento por este logro ya que universidades de todo el mundo, como Corea, Japón, Asia, e India que nunca habían oído de Puerto Rico, es la primera vez que saben de nosotros y lo que oyen es bueno: que somos los líderes, que sabemos de ingeniería, manufactura y trabajar en equipo», expresó el doctor Ricky Valentín, director interino de INME y consejero del proyecto.

Coincidió con él, Ulpiano Almodóvar, técnico de INME, uno de los colaboradores principales del proyecto y quien formó parte de la delegación que viajó a Brasil.

«Esto es bien importante porque estamos compitiendo con universidades bien famosas dedicadas a manufactura y a la transportación. Creemos que nuestro diseño es muy innovador. PACE nos da unas especificaciones y de allí nosotros comenzamos a maniobrar y a crear un carro que efectivamente sea manufacturable y que sea también seguro y viable para ponerlo en producción en los próximos años», afirmó Almodóvar.
El prototipo, denominado Revo, es un vehículo eléctrico compuesto de dos módulos.  La parte posterior es totalmente autónoma. Allí está localizado el motor,  las baterías,  controladores, y giroscopios,  entre otros componentes. El módulo delantero es intercambiable para satisfacer la demanda que tenga la compañía de car sharing.
«Tendrá opciones para dos personas o cinco personas, como también opciones de transporte de carga, limpieza de calles, etc. Compañías como Uber pudiesen usar el módulo trasero para rentarlo a otras personas, mientras el dueño del Revo está trabajando en su oficina», explicó Valentín.

Para los capitanes del equipo representó una ruta de crecimiento, ya que lograron sus expectativas de obtener un mejor lugar en la competencia, en la que el año pasado consiguieron un tercer puesto cuando se celebró en Torino, Italia. En esa ocasión, crearon un modelo apto para una megaciudad al que llamaron Weave.
«Fue una experiencia muy buena. Soy uno de los estudiantes que lleva más años en el proyecto de PACE. Uno ha ido en la trayectoria desde no ganar nada hasta lo que estamos haciendo hoy y seguir aumentando esa calidad que estamos dando mundialmente ante otras universidades como Alemania, Brasil, China, Corea. Uno se siente feliz al ver el calibre que una isla 100 x 35 da ante muchos países mucho más grandes, con más dinero en sus universidades y se siente muy bien. Las expectativas son seguir mejorando los diferentes diseños hasta llegar al tope», indicó Jether Joel Panton Henry, cocapitán y estudiante de INME.

La participación en este tipo de evento ejemplifica la relevancia de que los jóvenes se integren en actividades extracurriculares que fortalecen sus currículos.

«Es una experiencia que no se tiene en el salón de clases. El colaborar con personas fuera de Puerto Rico, con otras culturas.  Los estudiantes nunca habían tenido la oportunidad de trabajar con diseñadores industriales que es bien diferente que laborar con ingenieros.  Eso les ayuda mucho en su crecimiento personal. Yo creo que en el futuro, a la hora de compañías venir a contratar, eso hace la diferencia», concluyó Valentín.

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