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Ante las amenazas de los eventos extremos climáticos, el Recinto de Utuado de la Universidad de Puerto Rico es la tierra fértil para el desarrollo de profesionales en agricultura sustentable y no debe ser cerrado, declararon hoy agricultores y expertos internacionales en el 10mo. Simposio Anual de Agroecología.

Puerto Rico tiene la oportunidad y los recursos para prepararse y ser más resilientes a través de la agroecología, un campo de que se desarrolla desde hace 18 años en la UPR-Utuado, explicaron los agricultores locales y los expertos internacionales Miguel Altieri y Eric Holt-Giménez, durante el simposio que celebra anualmente el recinto, junto al capítulo puertorriqueño de la Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecología (Socla-PR).

«Apoyamos inequívocamente al Recinto de Utuado como una institución instrumental en la resiliencia de Puerto Rico para enfrentar el cambio climático a través de la agricultura sustentable», expresó el doctor Miguel Altieri, quien es presidente honorífico de Socla y profesor de la Universidad de Berkeley, en California. Él es reconocido internacionalmente por acuñar el término ‘agroecología’ y proponer las bases ecológicas para una agricultura sustentable a nivel internacional.

«Los eventos extremos exigen una agricultura resiliente en términos sociales, económicos y ambientales, además de asegurar la seguridad alimentaria. La agroecología, agricultura que se basa en principios ecológicos, tiene mayor resiliencia que la agricultura convencional. Esto—y su alta capacidad de producción—explica su adopción creciente a nivel mundial», puntualizó Eric Holt-Gimenez, director ejecutivo de FoodFirst y quien estudió la capacidad de recuperación de fincas agroecológicas luego del paso del huracán Mitch en Centroamérica.

Dijo que la ciencia de la agroecología surgió a través de observaciones cuidadosas de sistemas tradicionales de producción, desde las disciplinas de ecología, entomología, edafología, las ciencias sociales y otras escuelas de la academia. «Hoy más que nunca, los y las productoras y la academia tienen un papel importantísimo en profundizar y multiplicar la agroecología frente a los retos sociales y ambientales en el nuevo milenio», señaló Holt-Gimenez.

El cierre de la UPR-Utuado ha estado en discusión por las medidas de austeridad que impulsa la Junta de Control Fiscal. Este recinto universitario es el único en Puerto Rico que tiene como parte de su oferta académica un bachillerato en Agricultura Sustentable.

La UPR-Utuado fue fundada hace casi 40 años para proveer una educación de excelencia a nivel superior a las comunidades rurales de la montaña de Puerto Rico. Estas comunidades rurales aún existen y todavía necesitan tener acceso a una educación de excelencia. El 75% de los estudiantes de UPR-Utuado provienen de escuelas públicas, el 44% de familias con ingresos menores a $15,000 al año y el 40% son primera generación universitaria.

«Si Utuado cierra, Puerto Rico pierde. Utuado posee programas únicos en Puerto Rico, como lo es el nuevo bachillerato en Agricultura Sustentable. Este bachillerato busca desarrollar nuevos agricultores que llenen nuestros campos, con programas innovadores de desarrollo económico, sembrando en armonía con la naturaleza, y llevando alimentos sanos a las mesas de los puertorriqueños. El Recinto de Utuado les da la oportunidad a jóvenes de los campos de Utuado, Lares, Jayuya, Adjuntas y otros pueblos de estudiar», expresó la doctora Mariangie Ramos, profesora del recinto en el bachillerato de Agricultura Sustentable.

El compromiso e impacto de Utuado para la región central de Puerto Rico lo resalta también la Mesa Multisectorial del Bosque Modelo Nacional de Puerto Rico, cuya sede ubica en este recinto por su compromiso con la agricultura sostenible y el manejo integral del paisaje rural por y para sus comunidades. Esta institución académica, sus profesores/as y el estudiantado son piedra angular en el desarrollo sostenible de la región, enfatizó Marisol Dávila, de la Mesa Multisectorial.

Los programas agrícolas de Utuado no se ofrecen en ninguna otra institución en Puerto Rico, y enseñan el tipo de agricultura que está teniendo mayor demanda entre la juventud. Es este tipo de iniciativa, claridad de propósito y originalidad lo que hace que la UPR-Utuado sea el motor para el desarrollo económico, social y cultural de la región de la montaña. Tras el paso del huracán María, todavía muchos residentes de Utuado batallan sin luz en el hogar, sin agua, con pobre o ningún acceso al internet y transitan por calles derrumbadas. «Cerrar la UPR-Utuado sería un golpe devastador a nuestra comunidad y los comerciantes que están aún en un proceso de recuperación. Es una contradicción porque la agricultura es valiosa para el desarrollo económico», acentúo Víctor Díaz, representante de la Asociación de Comerciantes y Profesionales de Utuado.

Como parte del simposio, Altieri dictó una charla magistral sobre la agroecología ante el cambio climático. Mientras, Holt-Giménez y varios agricultores mantuvieron un conversatorio sobre la agricultura y el huracán María. Además, los profesores Mariangie Ramos y Andre Sanfiorenzo ofrecieron una taller práctico sobre poda de árboles y preparativos de la finca antes y después de un huracán. Durante el resto de la semana, los participantes también asistieron a talleres de ganadería sostenible en la Finca El Remanso, de Rafy López; y de sistemas agroforestales con un recorrido por la Finca Mi Casa, de Luis Soto, para intercambiar conocimientos sobre cómo minimizar insumos externos en agricultura. Finalmente, mañana viernes los participantes tomarán un examen final impartido por la 5ta. cepa de promotores agroecológicos de la Escuela Agroecológica El Josco Bravo, también en el Bohío de la UPR-Utuado.

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