El portavoz de la Secretaría Ambiental del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), José M. Díaz Pérez, aseguró que el informe del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), sobre la colocación de una torre de telecomunicaciones en el Bo. Los Indios en Guayanilla por parte de la empresa Elite Tower, revela serias deficiencias en su construcción y violaciones a los reglamentos vigentes.
Durante dos meses, el DRNA se había negado a entregar o hacer público el informe redactado por el biólogo Ramón L. Rivera Lebrón, de la División de Ecología Terrestre. Finalmente, a través de la Petición del Senado (2023-0138), que hiciera la senadora María de Lourdes Santiago Negrón, se obligó a la agencia a entregar el documento.
«Lo primero que hay que señalar es que hubo varias denuncias de residentes, y hasta querellas para que el DRNA interviniera, pero no es hasta que hay un proceso en el Tribunal que la agencia toma acción. Otra vez el DRNA ignora los reclamos de acción por parte de las comunidades», comentó José M. Díaz.
El líder ambiental resaltó que el Informe respalda varios argumentos que presentaron los residentes del área, desde que inició su lucha contra la construcción de la torre.
«Los técnicos del DRNA hacen referencia a que las coordenadas, la ubicación que le dieron para que ellos pudieran intervenir, no corresponde a lo físico. Cosa que se había denunciado. Son dos kilómetros de diferencia entre donde realmente se construyó la torre, en comparación con las coordenadas en los documentos. Y en las cartas que Elite Tower había enviado a algunos residentes, se incluyeron las coordenadas falsas. Esto levanta un cuestionamiento sobre la intención del desarrollista de someter información falsa para obtener un permiso de construcción. La Oficina de Gerencia de Permisos (OGPe) y la Junta de Planificación, ¿verificaron esta discrepancia en las coordenadas ofrecidas por Elite Tower?», expresó Díaz Pérez, quien tiene experiencia en el área de construcción.
Otra situación corroborada por los técnicos del DRNA, fue el impacto al humedal contiguo al área de construcción, el cual está a unos escasos 30 metros de la torre.
«Durante nuestra evaluación se pudo corroborar visiblemente como discurrieron los desechos de cemento que llegaron hasta el humedal. Se pudo observar los desechos solidificados de cemento desde la construcción de los cimientos hasta el humedal… esta es una acción contraria a lo establecido en la reglamentación vigente», expresa el informe redactado por los biólogos.
«Los expertos señalaron también que no hay constancia de que se hubieran realizado estudios geotécnicos, para saber cómo se comporta el agua subterránea en el lugar, y que el aparente Plan para el Control de Erosión y Prevención de la Sedimentación estaba colapsado. Tras todos estos hallazgos, deficiencias y violaciones, las agencias deben hacer una auditoría del permiso, detener todo el proceso y proceder a multar a Elite Tower. Esta torre debe ser removida», manifestó José Manuel Díaz.