Tal y como lo hizo hace 50 años cuando juramentó al cargo de presidente del Senado y posteriormente al de gobernador, hoy con un sonoro aplauso y con  música instrumental de fondo a las 9:15 a.m e hizo su última entrada a los predios del Capitolio, el expresidente del Senado y exgobernador, Rafael Hernández Colón. Su féretro fue escoltado por sus familiares, el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz y el gobernador Ricardo Rosselló Nevarez, hasta los predios de la Rotonda que contiene los documentos de la Constitución de Puerto Rico que tanto defendió.   Este es el tercer funeral de Estado a un exgobernador desde la muerte de Luis Muñoz Marín quien falleció el 30 de abril de 1980 pero fue enterrado precisamente un día como el de ayer, 2 de mayo, en el que falleció Hernández Colón a causa del cáncer. Ambos partieron de este plano terrenal a los 82 años.   Durante los actos protocolares el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, definió a Hernández Colón como “un gallito, un gran hombre y un gran puertorriqueño” que era “un líder fuerte a enfrentar y a derrotar. Una tarea que no era fácil por sus capacidades intelectuales, sus destrezas de líder y su gigante habilidad para persuadir”.   “A los amigos del PPD les digo quien quiera emular una figura como la de don Rafael tienen una vara muy alta que alcanzar. Don Rafael era un hombre excepcional”, opinó el presidente del Senado quien en varias ocasiones interactuó con el exgobernador como comisionado electoral, en la primera Comisión Total en Ponce y la Cumbre de Legisladores Municipales.   De hecho, para Rivera Schatz las nuevas generaciones definirían a Hernández Colón como un ‘duro’. “Nos ganó el Senado en el 1968, tres gobernaciones y además de eso, cuando incursionaba, en las consultas (de estatus), en esas últimas semanas, movía al electorado en esa dirección”, añadió para luego resaltar que uno de los mayores legados de don Rafael fue la Ley de Municipios Autónomos.   Uno de los momentos más emotivos durante el funeral fue cuando el exgobernador Carlos Romero Barceló, adversario político directo de Hernández Colón, resaltó que lamenta profundamente la muerte de este último.  “Lamento la muerte de un gran líder puertorriqueño que fue mi adversario político durante varias décadas pero en ese camino tenso y difícil logramos en el plano personal una relación de amistad y de mutuo respeto”, dijo Romero Barceló.   “Puerto Rico tiene que reconocer el liderato de Rafael Hernández Colón y su extraordinaria contribución a nuestra vida política. Como es natural en esta gesta tuvo que enfrentarse a grandes luchas internas y externas que le permitieron mostrar su temple y gallardía”, añadió Romero Barceló provocando que quienes estaban en el Capitolio se levantaran de sus sillas para aplaudirle.   Por su parte, el portavoz de la familia, el licenciado José Alfredo Hernández Mayoral rememoró el proceso que tanto él como sus hermanos vivieron al conocer, hace varias semanas, que “el cáncer que sufría mi padre era incurable”. En ese momento desconocían que el exgobernador dejó unas instrucciones por escrito sobre cómo debía ser su funeral.   “No era necesario hacerlo en ese momento pero los cuatro somos hijos de Rafael Hernández Colón….quien no desperdiciaba ni un solo minuto….Así era él”, dijo Hernández Mayoral en un podio al lado del féretro de su padre.   “Es difícil precisar qué causa (una) tristeza tan amplia a todo un pueblo en un momento como este…Aquél a quien Rafael Hernández Colón le salvó su empleo primero gestionando la creación de las 936 y después defendiéndola…dando socorro luego de la tragedia de Mameyes…. ¿por qué todo un pueblo….Creo que es porque sentimos que perdemos a alguien que nos daba consejos a todos: a los que lo seguían y a los que no lo seguían. Su vida, ejemplo y palabras son las instrucciones. Lo que cambia es que ahora requiere de nuestro esfuerzo querer emularlo pero no van a igualarlo…Se trata de emularlo, seguir su ejemplo y lecciones para que logremos aproximarnos a lo que él era. Si logramos aproximarnos a lo que él fue, estaremos bien”, opinó Hernández Mayoral.   Esta pregunta fue respondida por el expresidente de la Cámara de Representantes, José Ronaldo Jarabo, al sentenciar que Hernández Colón “es parte de las memorias (del pueblo), es parte de su pasado que a su vez integra el presente y porque nos hizo sentir orgullosos de ser puertorriqueños…Los grandes hombres se van pero él se queda”.   Resaltan al consejero   Palabras similares expresó el expresidente del Senado, Charlie Rodríguez Colón, quien resaltó que Hernández Colón trascendió partidos políticos. “Cuando tenía que dar consejos, inclusive a los que no eran de su Partido, estaba dispuesto a así hacerlo. Yo fui receptor de muchos de sus consejos”.   Por su parte, la exgobernadora Sila María Calderón Serra, quien trabajó en la administración de Hernández Colón, opinó que el exgobernador fue un “gigante de la administración publica y de la política puertorriqueña….Fue un hombre excepcional y todos los que lo conocieron….y aún sus contrincantes políticos así lo aceptan”.   De igual forma, el exgobernador Luis Fortuño Burset indicó que luego de haber juramentado al máximo puesto político del País Hernández Colón lo llamó para ponerse a su disposición de forma “inmediata” . De hecho, informó que en su primera reunión con el exgobernador notó “su sinceridad y su verdadero compromiso con Puerto Rico”.   “De ahí en adelante el que le buscaba era yo no solamente durante el día sino durante tertulias en la noche y es lo más que eché de menos (al salir) de la Fortaleza… El estaba claro en que hay que hacer siempre lo correcto guste o no guste”, destacó Fortuño Burset.   Mientras, el exgobernador, Alejandro García Padilla, quien siendo niño le dijo a Hernández Colón que quería ser gobernador, se autodefinió como un “Rafaelista”. De hecho, al destacar el temple del exlíder popular, convocó al pueblo “buscar qué era aquello que hacíamos bien para atraer a hombres como Rafael Hernández Colón al servicio público para volverlo a hacer”.  Actos protocolares   Como parte de los actos protocolares de Estado se entonaron los himnos nacionales, el Coro de Niños de Ponce interpretó las canciones “Escucha Señor mi oración”  y el “Ave María”. Mientras,  el padre  José Antonio “Tito” Vázquez tuvo a su cargo una reflexión y bendijo el féretro que contiene los restos del exgobernador.   Entre los presentes estaban el gobernador, Ricardo Rosselló Nevarez, el presidente incidental de la Cámara de Representantes Ángel Bulerín Ramos, la congresista Nydia Velázquez y el expresidente del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) Rubén Berrios Martínez. También, el exgobernador Aníbal Acevedo Vilá, la jueza presidenta del Tribunal Supremo Maite Oronoz Rodríguez y varios jueces asociados, expresidentes camerales, doña Tiody de Jesús viuda de Ferré, la exsenadora Victoria “Melo” Muñoz, alcaldes y alcaldesas de los principales partidos políticos.   Una vez culminaron los actos protocolares comenzaron las Guardias de Honor siendo la primera la de Rosselló Nevarez, Rivera Schatz, Bulerin Ramos y Oronoz Rodríguez. Le siguieron los exgobernadores y expresidentes legislativos.   Siguiendo el deseo de Hernández Colón las puertas del Capitolio continuaron abiertas para que el público pudiera despedirse.  

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