Una de las principales causas de la gastritis es la infección por Helicobacter pylori: el 90% de los casos se atribuyen a esta bacteria intestinal.
El yogur contiene probióticos, que son bacterias vivas y levadura «buenas», que ayudan a combatir al Helicobacter pylori, lo que permite mejorar los síntomas de la gastritis.
Estos probióticos ayudan a aliviar la gastritis, y también fortalecen el sistema digestivo en general, con lo cual se logra una mejor digestión.
Los probióticos también ayudan a fortalecer el sistema inmune, lo que beneficia al organismo para luchar contra la enfermedad.
Los tipos más comunes de probióticos que se pueden encontrar en el yogur son:
Lactobacillus. Es el que se encuentra principalmente en el yogur y en otros alimentos fermentados.
Bifidobacterium. También está presente en productos lácteos.
Sacharomyces boulardii. Es una levadura que se encuentra en los probióticos.
Aunque consumir los probióticos a través de los alimentos que los contienen es seguro, siempre conviene conversar con el médico de cabecera sobre la dieta a seguir si se tiene gastritis.
Por supuesto, se recomiendan los yogures descremados, ya que contienen más nutrientes»positivos» y menos azucares agregados.
Qué es la gastritis
La gastritis es una de las afecciones del sistema digestivo más comunes. Ocurre cuando el revestimiento del estómago, la capa que lo cubre, se inflama e hincha.
Puede ser aguda (cuando dura por corto tiempo), que es la forma más frecuente; o crónica (cuando puede perdurar por meses y años).
Aunque la gastritis aguda no es una afección grave, la gastritis prolongada puede causar una úlcera estomacal severa u otros problemas de salud graves.
Ocho de cada 1,000 personas padecen gastritis aguda, mientras que dos de cada 10,000 sufren la forma crónica.
Causas
Las causas más frecuentes de la gastritis son:
- Consumo de medicamentos como aspirinas, ibuprofeno o naproxeno y otras drogas de formulación similar. También corticoesteroides para tratar el dolor crónico que pueden irritar el revestimiento del estómago.
- Tomar mucho alcohol. El consumo crónico de bebidas alcohólicas puede irritar y erosionar la capa que cubre el estómago.
- Cuando se desarrolla una infección estomacal a causa de la bacteria Helicobacter pylori (H. pylori). Como explicamos más arriba.
Las causas menos comunes de la gastritis son:
- Trastornos autoinmunes como la anemia perniciosa.En algunas personas, el propio sistema inmune ataca las células sanas de la capa que cubre al estómago.
- Reflujo biliar (de bilis hacia el estómago). El hígado produce bilis para ayudar a digerir los alimentos con grasa. El reflujo ocurre cuando la bilis vuelve al estómago en lugar de seguir viaje al intestino delgado.
- Estrés físico extremo. Una enfermedad súbita o un accidente pueden desencadenar gastritis. Esto puede ocurrir incluso cuando la herida o accidente no involucran al estómago. Por ejemplo, las quemaduras o una lesión cerebral son dos causas comunes de gastritis.
- Infecciones virales como la del herpes simple. Se presenta con más frecuencia en personas con el sistema inmune debilitado.
- Consumo de cocaína o sustancias corrosivas (como venenos).
Una cirugía mayor también puede causar inflamación del revestimiento del estómago que derive en el desarrollo de una gastritis.
Quién está en riesgo de tener gastritis
El riesgo de desarrollar gastritis aumenta con la edad. El revestimiento del estómago es más fino en las personas mayores, la circulación disminuye y vuelve más lento el metabolismo y la reparación de las mucosas.
Los adultos mayores también consumen más antiinflamatorios no esteroides (AINES), que pueden causar gastritis.
Dos tercios de la población mundial está infectada con la bacteria Helicobacter pylori.
En los Estados Unidos, sin embargo, la presencia de esta bacteria es menos frecuente. La infección por Helicobacter pylori se registra más en adultos mayores y grupos socioeconómicos vulnerables.
Síntomas
- Pérdida de apetito
- Náuseas y vómitos
- Sentirse extremadamente lleno luego de comer, aunque se haya comido poco.
- Hinchazón
- Ulceras estomacales
- Pérdida de peso sin proponérselo
- Dolor o malestar estomacal
- Vomitar sangre
- Heces negras
Estos dos últimos síntomas aparecen si la gastritis está causando sangrado del revestimiento del estómago.
Algunas personas que tienen gastritis no presentan síntomas y, si los presentan, creen que se trata de una indigestión.
Por eso, se recomienda que, si se siente indigestión seguido, se consulte al médico porque podría tratarse de gastritis.
La gastritis, ¿es contagiosa?
La gastritis no es contagiosa. Pero la bacteria Helicobacter pylori sí lo es, y una persona puede contagiarse si entra en contacto con heces infectadas a través de alimentos.
La mejor defensa para prevenir la propagación de la bacteria Helicobacter pylori es lavarse las manos con agua potable (segura) antes de manipular alimentos.
Muchas personas pueden desarrollar gastritis luego de infectarse con la bacteria Helicobacter pylori.
Diagnóstico
Prueba de aliento. Durante una prueba de aliento de Helicobacter pylori, se ingiere una cápsula o un líquido que contiene urea, un material radiactivo inofensivo. Luego se exhala en una bolsa con forma de globo. La bacteria Helicobacter pylori transforma la urea en dióxido de carbono. Si la persona porta la bacteria, la prueba de aliento mostrará un aumento en el dióxido de carbono.
Análisis de sangre. Se realiza especialmente para revisar el conteo sanguíneo y descartar anemia. También detecta la presencia de anticuerpos que luchan contra la bacteria Helicobacter pylori.
Prueba de heces. Este test busca la presencia de bacteria Helicobacter pylori en las heces. También signos de sangre en las heces que pueden ser señal de una hemorragia digestiva.
Endocospía superior (esofagogastroduodenoscopía o EGD). El médico inserta un endoscopio a través del esófago con una cámara milimétrica adherida para mirar el estómago. Este procedimiento permite observar el estado de la capa que cubre el estómago, y también tomar una muestra de tejido (biopsia) para analizarla en busca de infección.
Radiografía gastrointestinal superior. Para esta prueba se debe tomar un líquido que contiene bario, que permite observar en mejor detalle el revestimiento estomacal.
Tratamiento
El tratamiento que se ordene depende de lo que esté causando la gastritis. Por ejemplo, si la persona está tomando medicamentos como asprinas, ibuprofeno u otros remedios que pueden dañar el revestimiento del estómago, el médico seguramente recomendará dejar de consumirlos.
Si la causa de la gastritis es la bacteria Helicobacter pylori, el médico recetará antibióticos, uno o una combinación de dos, además de antiácidos.
Si la causa no es una infección, el médico puede recomendar medicamentos de venta libre que disminuyan la cantidad de ácidos en el estómago como:
- Antiácidos
- Antagonistas H2. Famotidina (Pepsid), cimetidina (Tagamet), ranitidina (Zantac) y nizatidina (Axid)
- Inhibidores de la bomba de protones (IBP). Omeprazol (Prilosec), esomeprazol (Nexium), iansoprazol (Prevacid), rabeprazol (AcipHex) y pantoprazol (Protonix)
En general, el pronóstico es bueno y la gastritis mejorará pronto, sin embargo, se recomienda hacer un seguimiento con el médico en caso que haya habido sangrado durante la gastritis, y que aparezca sangrado nuevamente.
Complicaciones
Anemia. Si la causa de la gastritis es una infección por Helicobacter pylori, esta bacteria puede causar sangrado y una disminución del conteo de glóbulos rojos.
Anemia perniciosa. Si la gastritis ocurre por una reacción autoinmune, puede afectar la manera que el organismo absorve la vitamina B12. Esta vitamina participa de la producción de glóbulos rojos sanos.
Peritonitis. La gastritis puede empeorar las úlceras estomacales (heridas en el estómago). Si la pared que recubre el estómago se rompe, el contenido del estómago puede pasar al abdomen, incluidas bacterias que pueden derivar en una peritonitis.
Cáncer de estómago. La gastritis, especialmente cuando hay presencia de la bacteria Helycobacter pylori de manera persistente o una afección autoinmune, podría aumentar el riesgo de cáncer gástrico.
Prevención
Cómo en la gran mayoría de las afecciones médicas, cambios en ciertos hábitos pueden ayudar a prevenir la gastritis. Entre ellos:
- Evitar las frituras o comidas con alto contenido de grasa
- Disminuir el consumo de cafeína
- Disminuir el consumo de alcohol
- No tomar medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINES)
- Comer comidas pequeñas a lo largo del día en vez de dos grandes comidas
- Manejar el estrés
- No acostarse hasta dos o tres horas después de una comida.
Fuentes: MedlinePlus (Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos), Clínica Mayo. Clínica Cleveland, OMS.