Roberto Torres estudiante Internato Condova y Fernos - UPR Carolina
Foto Suministrada
Roberto Torres, estudiante del Programa de Diseño de Interiores, de la Universidad de Puerto Rico en Carolina, celebra el ser aceptado en el Internado Córdova y Fernós de Washington, D.C.
Aunque actualmente el joven villalbeño cursa su último año en este programa, ya posee un bachillerato en Diseño Ambiental, de la Escuela de Arquitectura de la UPR. Según explicó, este grado asociado lo escogió para expandir sus conocimientos «en la rama del diseño y, así, estar más preparado para seguir estudios graduados… posiblemente España o Brasil».
Su arrojo y conocimiento lo han llevado a trabajar con el Programa Building the Tomodachi Generation. En palabras de Roberto, «este programa enlaza estudiantes de ciudadanía americana con estudiantes de Japón, para formar un espacio de creación de ideas que puedan aplicarse para el beneficio de la zona de Tohoku en Japón; un lugar que fue sumamente afectado por el terremoto y tsunami del 2011».
Si bien es cierto que esta experiencia culminará en mayo, se muestra contento de haber alcanzado el anhelado internado y se siente agradecido por la oportunidad.
«Solo llevo un poco más de una semana en Washington D.C., pero genuinamente puedo decir que la mejor experiencia que he tenido hasta el momento es la oportunidad de conocer tanto a mis compañeros ‘cordobitas’ y los internos de Arturo Morales Carrión, como a una vasta cantidad de personas de diferentes culturas, y poder crear lazos de amistad que sé durarán toda una vida», afirmó.
Desde Washington, Roberto comparte un consejo al ruedo de esta entrevista, o más bien una exhortación, que ha resumido en una sola palabra: ¡Arriésgate! «Solicita a toda oportunidad que se te presente, busca apoyo de los profesores universitarios; siempre quieren lo mejor para sus estudiantes. Sé curioso, sal de tu zona de confort y expande tus horizontes», aconsejó.
¿Cómo inició todo?
Cuenta que «hace varios años, mientras cursaba el bachillerato, quería participar del internado, pero no se motivó a solicitar. Sin embargo, «este semestre tuve un enorme apoyo de mis profesores del Departamento de Diseño, los cuales fueron excelentes recursos, y (me brindaron la) ayuda para lograr todo el proceso y ser seleccionado», afirmó.
«Al momento de recibir la noticia de ser aceptado, recuerdo haber estado junto a dos compañeros del programa, y fue un momento de grata sorpresa y alegría, pues pude sentir como se alegraron por mis logros. De igual manera, recuerdo el orgullo de mis padres y mi familia al recibir la noticia», narró Roberto.
Asimismo, añadió que «en cuanto a los arreglos del viaje, los encargados del programa hacen todo lo posible por facilitar el proceso del mismo. A veces existen dificultades, pero siempre se recibe apoyo incondicional, tanto de los asesores como de los enlaces universitarios. En mi caso, estoy muy agradecido con mi enlace en la UPR-Carolina, Jenny Bonano, quien luchó por mí para que todo fluyera con la mayor facilidad posible».
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