CABO ROJO – El alcalde Roberto «Bobby» Ramírez Kurtz denuncia, se opuso y realizó gestiones para evitar el cierre de la Oficina de Salud Ambiental del Departamento de Salud en la ciudad de Cabo Rojo, por entender que resultará detrimental para los comerciantes, empresarios y residentes debido a la amplia gama de servicios que presta en el municipio.
«En el caso de Cabo Rojo no se justifica el cierre de la Oficina de Salud Ambiental porque la administración municipal le provee una empleada municipal en destaque que realiza labores administrativas sin costo alguno, oficinas en el estacionamiento multipisos donde no paga renta, agua ni servicio de energía eléctrica, así como reproducir documentos y envíos por fax libre de costo», afirmó Ramírez Kurtz.
Puntualizó que el cierre de la Oficina de Salud Ambiental en el centro urbano de Cabo Rojo es el más reciente de los 13 que ha ordenado el Gobierno Central en años recientes. Anteriormente había cerrado la oficina comercial de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), la Oficina Local del Registro Demográfico, la Colecturía de Hacienda, dos cuarteles de la Policía Estatal y siete escuelas del Departamento de Educación.
«Dado el caso que los servicios que ofrece esta agencia son esenciales para nuestra ciudadanía y comerciantes, y que el único gasto que tiene Salud Ambiental es el pago de nómina de sus cuatro empleados, respetuosamente le solicito que evite el cierre de esta oficina», peticionó Ramírez Kurtz al secretario de salud Rafael Rodríguez Mercado en una carta enviada el pasado 23 de septiembre. Aún no ha recibido respuesta a la misma.
El Primer Ejecutivo informó que los empleados de la Oficina de Salud Ambiental en Cabo Rojo, la cual cerró el pasado viernes 27 de septiembre, atendía querellas de ciudadanos, inspecciones a restaurantes y establecimientos comerciales, situaciones de emergencia con animales, campañas educativas, fumigación y operativos para control de vectores.
En su misiva, Ramírez Kurtz denunció que advino en conocimiento del cierre de la oficina de Salud Ambiental en Cabo Rojo «por información no oficial» porque Salud no le comunicó oficialmente el mismo. Cuestionó el ahorro económico que producirá el cierre porque Salud deberá pagarle dietas y millaje a los empleados movidos a Mayaguez, y a un supervisor que fue trasladado a Ponce.
Explicó que cuando se enteró extraoficialmente sobre el cierre, de inmediato comenzó sus gestiones «para evitar que los caborrojeños perdieran los servicios directos de salud ambiental al no poder acudir a la referida oficina en la ciudad. El Secretario y el Departamento de Salud le están dando la espalda a nuestros ciudadanos, principalmente los más desventajados», enfatizó Ramírez Kurtz.