El presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, y su homólogo cameral, Carlos «Johnny» Méndez Núñez urgieron a un grupo de congresistas a darle paso a la versión senatorial de la Ley Agrícola de Estados Unidos 2018 (Farm Bill) que no incluye la prohibición de las peleas de gallo en Puerto Rico. A este reclamo se unieron el senador Axel Roque Gracia y el representante Urayoán Hernández Alvarado.

Así lo dejaron saber en una misiva dirigida a los presidentes de las comisiones de agricultura del Senado y de la Cámara, Pat Roberts y Michael Conaway, respectivamente, así como a los ‘ranking members’ de ambos cuerpos, Debbie Stabenow y Collin Peterson.

«La pretensión de eliminar las peleas de gallos en Puerto Rico no tiene justificación alguna. Ese intento constituye una agresión a nuestra tradiciones y cultura. Además es un rudo golpe a nuestra economía. Las peleas de gallos producen aproximadamente 18 millones de dólares y generan miles de empleos directos e indirectos. Este es otro reflejo de la debilidad colonial del ELA. Como territorio colonial bajo el ELA nuestra cultura está en peligro y a merced de los poderes plenarios del Congreso. Con la estadidad tendríamos senadores y representantes en el Congreso Federal con voz y voto que defenderían a Puerto Rico de intentos como este.», reiteró Rivera Schatz.

A estas palabras se unió Méndez Núñez explicó que el propósito de la misiva es que los congresistas que evalúan la propuesta Ley Agrícola lo hagan «con datos y estadísticas del impacto negativo que tendría en la economía de Puerto Rico la posible eliminación de las peleas de gallo. El llamado ‘Deporte de Caballeros’ ha sido una de las industrias que con más agilidad y energía se ha recuperado del azote de los huracanes Irma y María. Estamos hablando que sobre 27 mil familias en la Isla dependen de esta industria y nosotros vamos a luchar por ellas. Hago un llamado a los senadores y representantes a que tomen en consideración el bienestar de estas familias y la realidad de que Puerto Rico tiene una industria gallística bien regulada y reglamentada y enmienden el ‘Farm Bill’ para que se continúe practicando este deporte en Puerto Rico».

Por su parte, Roque Gracia, quien preside la Comisión de Recreación y Deportes del Senado local, urgió a la diáspora a que se una a este reclamo. «Necesitamos el apoyo de todos los sectores para que nuestra voz se siga escuchando. Prohibir las peleas de gallo en Puerto Rico sería un golpe mortal para una economía afectada por el huracán más potente en la historia del Caribe y una Junta de Control Fiscal impuesta que no ha solucionado nada».

Mientras, el representante Urayoán Hernández sostuvo que la industria de gallos en Puerto Rico genera millones de dólares anuales al erario incluyendo el precio de la taquilla de admisión, los pagos en las apuestas legales y el consumo de alimentos. «Puerto Rico no puede darse el lujo de perder esta fuente de ingresos, de trabajos, de cultura y menos en estos momentos cruciales para la recuperación de nuestro pueblo», sostuvo.

La solicitud surge luego de que la reconocida enmienda Roskam, que busca prohibir las peleas de gallo en los territorios, pasara el cedazo de la Cámara federal con la objeción de la comisionada residente en Washington, Jenniffer González Colón y los delegados de otros territorios.

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