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Dormir siestas muy largas podría ser un síntoma o una causa de la diabetes tipo 2, de acuerdo con los resultados de un estudio que ha llevado a cabo la Universidad de Tokio.
La diabetes tipo 2 es un trastorno metabólico debilitante que está asociado con la obesidad y la vida sedentaria. Es una enfermedad crónica que supone una reducción en la esperanza de vida de alrededor de diez años. Los casos han aumentado notablemente desde los años 60, al mismo tiempo que ha ido creciendo la obesidad.
Los pacientes de diabetes tipo 2 sufren de hiperglucemia, es decir que tienen el nivel de azúcar en sangre alto, ya que son incapaces de regularlo de manera natural. Para controlar la hiperglucemia es recomendable un aumento de ejercicio y modificaciones en la dieta, y se trata con fármacos como la metformina o la insulina cuando el enfermo lo necesita.

Para llevar a cabo esta investigación, los científicos han analizado los datos médicos de más de 300.000 personas de origen asiático y europeo en todo el mundo. Durante sus observaciones, descubrieron que las personas que duermen más de una hora diaria de siesta tienen un 45% más de posibilidades de desarrollar diabetes tipo 2. Por el contrario, aquellas que tiene una duración menor de 40 minutos no han demostrado tener ningún vínculo con la enfermedad.

De acuerdo con los investigadores, la necesidad de dormir mucho durante la siesta puede estar ocasionada por trastornos de sueño que podrían estar relacionados con la apnea del sueño. Esta dolencia puede incrementar el riesgo de sufrir accidente cerebrovascular, ataques al corazón y otros problemas vasculares, así como propiciar la aparición de trastornos metabólicos, como la diabetes tipo 2.
Los científicos indican que es necesario continuar estudiando la influencia de los hábitos de sueño en el desarrollo de esta enfermedad, y destacan que en muchas ocasiones se han demostrado los beneficios de las siestas cortas.

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