Foto bolsas plásticas y medusas

 

 

La reglamentación de las bolsas plásticas en los comercios es un paso de avanzada que colocaría a Puerto Rico al nivel de otros países que, preocupados por el medioambiente y los costos de su disposición, procuran reducir o eliminar este producto cuyo promedio de degradación es de unos 500 años, expresó la secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Carmen R. Guerrero Pérez.

La titular mencionó que países como Italia, Dinamarca, Francia, China y Ruanda, así como el archipiélago ecuatoriano de Galápagos, y regiones del Reíno Unido, como Escocia, Gales, Irlanda del Norte e Inglaterra, las bolsas han sido reglamentadas. Señaló, que ese esfuerzo de vanguardia también se logró en Estados Unidos en los estados de California y Hawaii.

«Las bolsas plásticas que llegan o se tiran al mar representan una amenaza para la vida marina; cubren los arrecifes de coral y los matan. También, provocan la muerte de especies como las ballenas, aves y las tortugas marinas como el tinglar y el peje blanco, ambas incluidas en la Lista de especies en peligro de extinción, que las ingieren al confundirlas con medusas», Guerrero Pérez.

El DRNA, junto a agencias federales y organizaciones no gubernamentales, lleva a cabo esfuerzos por proteger las especies en peligro de extinción, a través de diferentes programas y oficinas como el programa que coordina el Grupo de Tortugueros de Puerto Rico, cuyos biólogos y voluntarios están comprometidos con salvar las poblaciones del tinglar, el carey y el peje blanco. Además, la agencia administra el Programa de Rescate de Mamíferos Marinos, que rescata especies varadas, en ocasiones, por haber ingerido bolsas plásticas. También, el DRNA, lidera esfuerzos por restaurar los arrecifes de coral que son el hábitat de especies importantes para nuestro consumo, la pesca en general y la economía. La reducción de las bolsas plásticas ayudaría a lograr mejores resultados en estas iniciativas.

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