Unas 2,000 personas, entre lo cuales están empleados y voluntarios, formaron parte esta semana de las labores de recuperación del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR-RP), tras el paso del huracán María.
Como parte de una convocatoria realizada por el Rector Interino, Dr. Luis A. Ferrao Delgado, empleados no docentes, profesores, estudiantes y egresados voluntarios se unieron a los esfuerzos de acondicionamiento de las áreas comunes del campus riopedrense, liderados por el personal de la Oficina para la Conservación de las Instalaciones Universitarias (OCIU).
«Le doy las gracias a todos los empleados que desde el primer día, luego del huracán, se han dado cita en el recinto para las labores¨, dijo Ferrao Delgado, al tiempo que destacó el trabajo de los oficiales de seguridad y de las brigadas de OCIU, y el apoyo de los empleados del Sindicato de Trabajadores y de la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes.
Por otra parte, recalcó ¨que han venido alumnos, exalumnos, docentes y no docentes, aceptando el llamado del voluntariado. Este voluntariado ha ayudado enormemente a la recuperación de la Institución. Todas las personas que asistieron, especialmente los estudiantes, han hecho un gran trabajo. Yo lo que tengo son palabras de agradecimiento para todo el personal del recinto y los que han venido a colaborar voluntariamente». También de este esfuerzo participaron los presidentes interinos de la UPR y de su Junta de Gobierno, Dr. Darrel Hillman y el Lcdo. Walter Alomar.
Las brigadas de limpieza han atendido las labores críticas e iniciaron los trabajos al siguiente día el paso del huracán. «Nosotros estamos desde el paso del huracán Irma trabajando arduamente para arreglar la Universidad. Comenzamos enfatizando en abrir caminos y despejar las distintas entradas del Recinto para lograr acceso. Luego, fuimos impactando poco a poco las distintas Facultades», relató Waldemar Rosario Díaz, quien labora como empleado de mantenimiento en la UPR-RP.
No obstante, admitió que, a pesar de los distintos esfuerzos, la ayuda de todos los sectores de la comunidad universitaria ha sido necesaria e imprescindible durante este proceso de recuperación. «Los voluntarios han sido excelentes. Ese grupo de voluntarios se vio bien comprometido cargando cubos y otros materiales que trajeron de sus hogares. Sin la ayuda de esos muchachos, de los estudiantes, nosotros aún estuviéramos picando palos. Ayudaron y metieron mano como si la Universidad fuera su propia casa», contó Rosario Díaz.
Durante el 2 al 5 de octubre, unas 2,000 personas se dieron cita en el campus riopedrense y con materiales en mano, tales como escobas, guantes, rastrillos y hasta machetes, colaboraron en el proceso de revitalización de la Universidad, principalmente por el amor que sienten por ella.
«Todas las personas que esta institución de manera directa e indirecta ha tocado, le cogen amor. La UPR es un espacio mágico; es un espacio que este país tiene que valorar. Las personas que estamos aquí adentro cinco de los siete días de la semana, le cogemos un amor increíble a esta institución», expresó Gilberto Daniel Pérez, estudiante del Departamento de Geografía de la Facultad de Ciencias Sociales. «Esa es la razón por la que todas las personas están aquí, desde estudiantes hasta decanos y demás: por el amor que le tenemos a la Universidad», añadió.
Mientras, Pérez enfatizó en el ambiente de colaboración y armonía que se percibió durante estos días entre los presentes: «Aquí los egos se han echado a un lado; los intereses personales también y está todo el mundo trabajando por y para la Universidad. Ha sido un ambiente de mucha solidaridad, mucha hermandad y compañerismo para con la institución».
Por el impacto positivo que ha tenido esta convocatoria en el primer centro docente del País, tanto Pérez como el egresado Pedro Padilla, quien realizó su bachillerato en Finanzas y luego se graduó de la Escuela de Derecho, opinan que este tipo de iniciativa se debe expandir a lugares más allá de los muros del Recinto de Río Piedras.
«Esta es la institución más importante del País y hay que echarla para adelante. Pero, me parece que no debe ser solo la Universidad, sino que el país completo debe unirse a estos esfuerzos de recuperación de distintas instituciones importantes», expresó Padilla.
A pesar de la situación que atraviesa la Isla, la solidaridad ha florecido en el Recinto de Río Piedras de la UPR. Con esta iniciativa, ha sido evidente el fortalecimiento del sentido de comunidad universitaria entre todos sus miembros.
«Aquí se han unido profesores, estudiantes, empleados no docentes y docentes. Aunque suene irónico para mí, nos hacía falta como Universidad romper esas estructuras y barreras de docentes, no docentes y estudiantes, para así juntarnos como pueblo.», comentó el director de Instituto IDEA-STEM, Agustín Corchado Vargas. «¿Qué vamos a sacar de todo eso? Que esa solidaridad, una vez lleguemos a la normalidad, la continuemos. Esto nos ha juntado como comunidad universitaria», añadió.
Por otra parte, las labores de limpieza han sido efectivas y productivas, pues las condiciones del campus riopedrense han mejorado considerablemente desde que comenzaron. Durante esta semana, se han impactado todas las Facultades y Escuelas, el Centro Universitario, la Escuela Elemental de la UPR, la Escuela Secundaria de la UPR, la Biblioteca José M. Lázaro, distintas áreas comunes, estacionamientos y todas las entradas de la UPR-RP.
«Pude visitar el Recinto un día después del huracán y ya para el día de hoy, jueves, el panorama es uno bien distinto. Se ve una gran diferencia y es un alivio para aquellos que aman la Universidad…», así constató la Decana Auxiliar de Asuntos Estudiantiles de la Facultad de Estudios Generales, Sandra J. Sánchez González.
Mientras, se continuará recibiendo a los voluntarios durante la semana próxima en el campus en el seguimiento de las labores de recuperación.