Regresa el festival Jazz en la Montaña

 

 

 

Cientos de niñas y niños de la región central de Puerto Rico vivirán una experiencia que podría transformar sus vidas cuando afamados músicos puertorriqueños y de otras partes del mundo se den cita del 20 al 22 de abril para ofrecerles conferencias magistrales y talleres como parte del Segundo Festival Jazz en la Montaña.

La jornada pedagógica musical del viernes, 20 de abril contará también con un concierto el domingo, 22 de abril como parte del festival, informó Ramón Vázquez Martirena, presidente de la organización sin fines de lucro Jazz en la Montaña.

Maestros como el pianista cubano Ernán López-Nussa, fundador del grupo Afrocuba y quien ha tocado junto al cantante Silvio Rodríguez; el destacado marimbista Juan Álamo, profesor de percusión en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill; el timbalero Manolito Rodríguez; los cuatristas Edwin Colon Zayas y Pedro Guzmán; el trompetista Julito Alvarado; el bajista y compositor Ramon Vázquez Martirena; el joven pianista puertorriqueño Julio Boria; el conguero Kashiro Thompson y los integrantes de SM Quinteto serán parte del equipo de mentores que los jóvenes conocerán durante la jornada pedagógica del viernes, explicó el portavoz.

El próximo viernes de 9:30 a.m. hasta el mediodía, el estudiantado escuchará directamente de estos baluartes de la música algunas de sus más grades lecciones. En la tarde, pondrán manos a la obra en los talleres guiados por los renombrados músicos. Las actividades tendrán lugar en la Escuela Jesús T. Piñero de Cidra.

«El Festival es un vehículo para llevar elementos de educación musical. Su fin es llevar un tipo de música a donde, si no es así, no llegaría. Pretendemos también, mediante el modelaje de los artistas, impactar positivamente a la sociedad, especialmente a la juventud, y nosotros como músicos podemos integrarnos más a la sociedad que solo entreteniendo», expuso Vázquez Martirena.

Recalcó que los talleres no buscan solo enseñar teoría de la música, también pretenden concienciar a niños y jóvenes sobre el poder de la música sobre sus estados de ánimo, sus actitudes y emociones. «La música es un poderoso agilizador de emociones donde mejor vez eso es en el cine, la música puede crear miedo, ansiedad, romance. La música está presente en muchos lugares con el fin de dirigir nuestros pensamientos y nuestras acciones», explicó el bajista. En ese sentido, las actividades pretenden inspirar a través de la música para evitar la deserción escolar y estimular las aspiraciones de los alumnos. Por esa razón, los padres y tutores también tendrán su lugar en las actividades del viernes, algunas de las cuales van dirigidas específicamente a ellos.

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