A pesar de que la actividad criminal continúa en aumento, y de que existe un reclamo contundente de cientos de familias para que se aumente la vigilancia y las iniciativas para proteger sus vidas y propiedades en este municipio, tanto el alcalde popular, Ángel “Bori” González, como el Gobierno Central, continúan mirando para el otro lado, mientras han llevado a la Policía Municipal a ser una prácticamente inoperante.
Así lo denunció el Presidente del Partido Nuevo Progresista en Río Grande, David Acosta, quien explicó que “cada día que pasa, nuestra Policía Municipal se va desmantelando, producto de la reducción sustancial de oficiales y equipos necesarios para garantizar la seguridad de los riograndeños. Mientras esto sucede, vemos un aumento dramático en la actividad criminal, particularmente en el renglón de robos domiciliarios, muchos de los cuales terminan en agresiones, violaciones sexuales y asesinatos. Sin embargo, ni el alcalde popular, Ángel “Bori” González, ni el Superintendente de la Policía, José L. Caldero, ni siquiera los legisladores populares del Distrito, o el propio Gobernador de Puerto Rico, han movido un solo dedo para reforzar la vigilancia y darle más recursos a nuestra Policía Municipal para que puedan hacer mejor su trabajo.”
“Al día de hoy, en la Policía Municipal de Río Grande solo funciona una patrulla, y se está utilizando para labores de supervisión, quedándose nuestro pueblo sin patrullas para ofrecer rondas preventivas y atender querellas. Se ha reducido en más del 50% la cantidad de oficiales en la Policía Municipal, desde la última Administración del Partido Nuevo Progresista, lo que demuestra la dejadez de los alcaldes del Partido Popular por los pasados años para con la seguridad de nuestra gente. ¡Esto es inaceptable!,” añadió Acosta.
El líder novoprogresista insistió en que “desde noviembre de 2014 hemos hecho un llamado al alcalde y a las autoridades pertinentes para que coloquen entre sus prioridades más altas la consecución de más recursos para la Policía Municipal. Hemos solicitado el apoyo de todos los oficiales electos que se supone representen a Río Grande, para que se recluten más agentes municipales, y del propio Superintendente de la Policía estatal, José L. Caldero, para que se aumente la vigilancia en las áreas de mayor incidencia criminal. Hoy, casi un año después, solo ha reinado el silencio y la indiferencia ante un problema tan grande como este, y lo único que se ha manifestado es el aumento en la actividad criminal.”
Finalmente, David Acosta aseguró que “a partir de enero de 2017, como alcalde de Río Grande, me entregaré en cuerpo y alma para conseguir los recursos que sean necesarios para aumentar la cantidad de oficiales de nuestra Policía Municipal, equiparlos con más y mejores recursos, y exigir mayor apoyo de las agencias de Ley y Orden a nivel estatal. ¡Un mejor Río Grande es posible, y nos encargaremos de que sea una realidad!”