La cafeína es una sustancia amarga, estimulante del sistema nervioso central. Es conocida por ser uno de los principales compuestos del café, pero también podemos hallarla en otras bebidas y alimentos. Aquí te contamos cuáles y sus efectos sobre el organismo.
Café descafeinado
No es ninguna sorpresa que la bebida de la cual proviene el nombre contenga cafeína. El café es una bebida que se obtiene de los granos tostados y molidos de los frutos de los cafetos (Coffea) o plantas del café.
Es altamente estimulante por su concentración de cafeína. Se estima que en una taza de café (8 onzas o 237 ml) hay 96 mg de cafeína, concentración que se reduce a 64 mg si el café es expreso, y a 62 mg si es instantáneo.
Puede sonar contradictorio, pero el café descafeinado también posee cafeína. Debido a que la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) no tiene regulaciones estrictas sobre el proceso de descafeinado, es difícil conocer exactamente cuánto se está consumiendo en cada taza.
La calidad del grano y los métodos de procesamiento también pueden afectar los niveles de cafeína.
Café, conoce el lado bueno de beberlo
Generalmente, el proceso de descafeinado elimina un 97% de la cafeína, por lo que se estima que en una taza podemos encontrar 2 mg de cafeína.
Té
El té es una bebida que se obtiene de las hojas de la planta Camellia sinensis. Estas hojas se utilizan para producir distintas variedades de té, incluyendo verde, oolong, blanco o negro.
Este último se distingue de los demás porque se somete a un proceso de oxidación completo, que le garantiza un color y sabor único, pero también una mayor cantidad de cafeína que sus pares.
Por ejemplo, una taza de té verde tiene 2 mg de cafeína, mientras que la misma cantidad de té negro tiene 47 mg de cafeína. Una taza de té embotellado tiene alrededor de 20 mg de cafeína.
Chocolate amargo
El chocolate es un alimento que se obtiene mezclando azúcar con masa y manteca de cacao, productos que derivan de las semillas del árbol del cacao o cacaotero (Theobroma cacao L.).
Las semillas de cacao son una fuente natural de cafeína, por eso, cuanto mayor sea la pureza del chocolate, más cafeína tendrá. También influyen los ingredientes que se añadan a la mezcla básica, como colorantes, frutos, frutos secos o leche, entre otros.
Bebidas energizantes y refrescos
Las bebidas energizantes o energéticas son bebidas sin alcohol que tiene sustancias estimulantes, como la cafeína. Suelen consumirse para combatir el agotamiento y la fatiga, además de estimular la actividad mental.
Se estima que por cada 8 onzas (237 ml) estas bebidas aportan 29 mg de cafeína, aunque esa cantidad suele depender según la marca.
Otras bebidas que poseen cafeína son los refrescos o gaseosas de cola, aproximadamente 22 mg de cafeína por 8 onzas (237 ml). Esto se debe a que uno de sus ingredientes es la nuez de cola (Cola acuminata), una planta que tiene un alto contenido de cafeína (hasta 5%).
Avena instantánea
La avena (Avena sativa) es un alimento de grano entero y uno de los cereales más conocidos, consumidos y saludables. Esto se debe a que es rica en vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes.© Proporcionado por Hola DoctorAlgunas avenas instantáneas están fortificadas con nutrientes y cafeína. | Foto: Getty Images.
También es el cereal con mayor proporción de grasa vegetal, posee un 65% de grasas no saturadas, un 35% de ácido linoleico, carbohidratos de fácil absorción, y es baja en calorías.
Para comerla, se debe hervir agua en una olla y agregar la cantidad de avena deseada, hasta que se deshaga. Sin embargo, existe avena instantánea, ya lista para consumir tras agregarle agua caliente.
Esta opción está fortificada y tiene cafeína, ya que suele formar parte de los desayunos y se busca que garantice la energía y nutrientes necesarios para comenzar el día.
Efectos de la cafeína
Se cree que la cafeína no provoca problemas serios para la salud cuando se consume con moderación. Los profesionales consideran entre 200 y 300 mg diarios (de dos a tres tazas de café) es una cantidad moderada de cafeína para un adulto.
Mitos y verdades sobre la cafeína
Sin embargo, la cafeína en exceso puede afectar el metabolismo de muchas formas:
- Estimula el sistema nervioso central, brindado impulsos de energía, aumentando el estado de alerta y provocando alteraciones en el sueño.
- Aumenta los niveles de presión arterial.
- Aumenta la liberación de ácido estomacal, incrementando el riesgo de acidez.
- Interfiere en la absorción de calcio por parte del organismo.
- Provoca dolores de cabeza, inquietud, temblores, ritmo cardíaco anormal, y deshidratación
La cafeína alcanza su nivel máximo en sangre tras una hora de ser consumida. Mientras que los efectos anteriormente nombrados pueden presentarse durante cuatro a seis horas después de la ingesta.
Precauciones
Algunas personas son más sensibles a los efectos de la cafeína que otras, e incluso pueden desarrollar dependencia. Se aconseja que los siguientes grupos eviten o limiten el consumo de cafeína:
- Mujeres embarazadas o en período de lactancia.
- Personas con insomnio u otros problemas de sueño.
- Personas con migrañas crónicas.
- Personas con problemas cardiovasculares
- Personas con problemas estomacales.
- Personas que sufren ansiedad.
Tampoco se aconseja que la consuman quienes toman medicamentos o suplementos para el corazón o el asma. Es común que la cafeína sintética se encuentre en medicamentos para el resfrío o analgésicos.
Limitar o eliminar el consumo de cafeína puede conducir a un estado de abstinencia, que se caracteriza por:
- Dolores de cabeza.
- Dificultad para concentrarse.
- Irritabilidad.
- Náuseas.
- Somnolencias.
Estos síntomas pueden desaparecer tras un par de días, pero si persisten, deberás consultar a un profesional de la salud.
Para recordar:
La cafeína es una sustancia amarga, estimulante del sistema nervioso central. Podemos encontrarla en el café, té, chocolate amargo, refrescos, bebidas energizantes e incluso ciertos tipos de cereales fortificados, como la avena.
Cuando se consume con moderación (alrededor de dos o tres tazas de café diarias, por ejemplo) no provoca problemas serios para la salud.
Sin embargo, en exceso puede causar, alteraciones en el ritmo cardíaco y niveles de presión arterial, problemas para dormir, dolores de cabeza, acidez, inquietud, temblores, dificultad para absorber ciertos minerales por parte del organismo, y deshidratación.
Se aconseja que las mujeres embarazadas o en período de lactancia, las personas con ansiedad, problemas de sueño, problemas cardiovasculares o que consumen medicamentos para el corazón, eviten o limiten su consumo.
Fuentes consultadas: Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Departamento de Agricultura de EE. UU., Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.