Orocovis, Puerto Rico – Unos 40 miembros de la comunidad educativa de Nuestra Escuela cerraron el ciclo de sus tres lustros de historia con el evento «15 Años, 15 Árboles», una actividad que sirvió para resaltar los valores de la organización sin fines de lucro especializada en educación alternativa y personalizada.
La actividad tuvo lugar en la finca escuela Casa Collores, ubicada en el barrio Toro Negro Abajo, en colindancia entre Ciales y Orocovis, y estuvo encabezada por los fundadores de Nuestra Escuela, los profesores Ana Yris Guzmán Torres y Justo Méndez Arámburu.
Allí, en el zona central del País, los directivos de la organización, en compañía de estudiantes, maestros y personal administrativo, plantaron 15 árboles de diferentes especies, como caobas, guaraguaos, magas, almácigos, neems, cupey y ceiba.
Cada árbol se asoció a alguno de los valores que ha guiado a la institución al paso de sus años de labor educativa y social. De esta manera, se indicó, el crecimiento de cada árbol fortalecerá el amor, la fe, la paz, la lealtad, la solidaridad, el compromiso, la entrega, la familia y la lucha.
También robustecerán el respeto, la alegría, la calidad de vida, la libertad, la aspiración, la pertenencia y el amor por la Patria.
Previo al plantío de árboles, Guzmán Torres, actual presidenta ejecutiva de Nuestra Escuela, hizo un recuento de las experiencias que matizaron la creación de la organización, los momentos difíciles que enfrentaron y los logros que fueron cultivando en el camino contribuyendo al bienestar de la juventud puertorriqueña.
«La idea de hacer una escuela, Nuestra Escuela, fue un enorme desafío. No sabíamos cómo hacerlo pero estábamos dispuestos a lanzarnos a esa maravillosa y hermosa provocación. Apostamos al amor y a su grandioso poder de transformación, y esa fue la energía que nos impulsó. Hoy, mirando al pasado, encontramos que el esfuerzo que hemos emprendido en estos 15 años no ha sido en vano y lo vemos a diario en cada mirada, cada gesto y cada sonrisa de los más de 1,500 jóvenes junto a quienes hemos construido una comunidad», manifestó Guzmán Torres.
Méndez Arámburu, por su parte, habló de la nueva etapa a la que se enfrenta la organización y de la importante labor que realizan aportando a la educación de niños, niñas y jóvenes brindándoles herramientas de emprendimiento social.
«Esta nueva etapa en la vida de nuestra organización, al arribo de su año número 16, nos posiciona de cara al futuro y nos convoca a realizar una nueva siembra para obtener la nueva cosecha que alimentará la ilusión del futuro anhelado, justo en momentos en que una parte de nuestra nación necesita un sentido de esperanza», puntualizó.
La presidenta ejecutiva de Nuestra Escuela, en tanto, asemejó la historia de la institución a «un árbol que ha sabido nutrir sus raíces de sus propias hojas secas».
«Podemos decir que somos árbol porque somos fuente de vida. Nuestras raíces abrazan la tierra, nuestra tierra, la Patria querida. Y nuestras ramas nos cobijan al descanso con su sombra, mientras la música que emana del roce de las hojas nos acaricia el reposo», anotó.
Esta actividad también fue una de concienciación sobre la importancia del cultivo de la tierra y su reforestación, hecho que quedó patentizado en la siembra que realizó un grupo de niños y niñas que estudian en Nuestra Escuelita, el centro educativo infantil de la institución.
«Con las manos de nuestros niños y niñas sembramos las raíces de las nuevas ilusiones y esperanzas que nos albergarán el futuro», dijo Guzmán Torres, para quien el evento es, ante todo, el primer paso para labrar un nuevo capítulo en la historia de Nuestra Escuela.