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Los drones no son un juego de niños: ocho cosas que nunca puedes hacer con ellos

 

Drone

Foto Archivo

 

 

Parecen pequeñas aeronaves de juguete, pero no lo son. A diferencia de los aviones infantiles que se elevaban en el aire por obra y gracia de nuestra imaginación cuando éramos niños, los drones vuelan de verdad. Y, en algunos casos, incluso demasiado. Y si no que se lo digan a los pilotos de un avión de Lufthansa que tuvieron que esquivar a tres de ellos cuando se acercaban al aeropuerto de Loiu. No resulta raro, por tanto, que esté de lo más prohibido surcar los cielos dentro del área reservada para los vuelos comerciales. La Ley que regula su uso (la 18/2014, de 15 de octubre) también establece otra serie de normas para impedir accidentes y que son de obligado cumplimiento para los pilotos de estas aeronaves manejadas por control remoto que pueden servir para controlar grandes áreas de cultivos, repartir pequeñas mercancías o realizar labores de rescate. En caso contrario, sus dueños se enfrentan a multas especialmente severas.
1. Volar sin los papeles en regla
La ley establece que para volar un dron que supere los 25 kilos en el momento del despegue hay que estar inscrito en el registro de matrículas de aeronaves y contar además con un certificado de aeronavegabilidad. Los que adquieran un aparato de unos 100 euros no se deberán preocupar por esta normativa. Además, todas las aeronaves civiles para uso profesional deberán llevar fijada a su estructura una placa de identificación en la que deberá constar, de forma legible a simple vista e indeleble, la identificación, mediante la designación específica y, en su caso, número de serie, así como el nombre de la empresa operadora y los datos necesarios para ponerse en contacto con la misma.
2.Invadir el espacio aéreo
Es lo que hicieron los tres drones que entorpecieron el aterrizaje del avión de Lufthansa en Loiu. En ese sentido, la ley establece que no se puede volar en el espacio de control aéreo, es decir a menos de 8 kilómetros de aeropuertos, aeródromos o helipuertos. En el caso de Bilbao, el veto se extiende a los 15 kilómetros de diámetro. También está prohibido realizar vuelos con otras aeronaves a baja altura, como las zonas de parapente, ultraligeros o paracaidismo.
3. Prohibido volar en núcleos urbanos
Para no poner en peligro la integridad física de las personas, la ley impide a un dron sobrevolar ciudades y otros núcleos urbanos de menor tamaño. Y eso incluye a todos los modelos, incluso a los más económicos. De esta forma, se prohibe, por ejemplo, utilizar nuestra aeronave en parques públicos y en otras zonas habitadas.

Un águila atrapa un dron. /AFP
4. Prohibido volar en eventos al aire libre
Para evitar que un aparato de estas características caiga sobre alguien, tampoco se permite a los drones sobrevolar cualquier evento, aunque se celebre fuera de una ciudad, al aire libre. De esta forma, no se podría, por ejemplo, grabar los conciertos de un festival de música o cualquier competición deportiva como campos de fútbol.
5. Prohibido volar a más de 120 metros de altura
Precisamente, para evitar incidentes como el del pasado sábado en Loiu, la ley impide a estas aeronaves elevarse a más de 400 pies (120 metros). La mayoría de los drones tienen limitada su altura para evitar quebrantar la normativa. Asimismo, el piloto tiene obligación de controlar el aparato dentro de su alcance visual en un radio de 500 metros.
6. Prohibido volar cerca de carreteras
Un dron en caída libre por un error del piloto o un fallo mecánico puede provocar un grave accidente de tráfico si impacta contra un vehículo. Por eso, se prohibe su utilización en zonas cercanas a una carretera.
7. Prohibido utilizarlos para espiar a las personas
Al estar provistos de cámaras, los drones pueden grabar todo lo que se encuentre a su alrededor. En ese sentido, algunos dueños de estos aparatos pueden tener la tentación de utilizarlos para espiar a otra persona. Como es lógico, ese comportamiento está prohibido, aunque los vídeos se tomen en espacios abiertos como las playas. Todo para que esta práctica no se convierta en el pasatiempo favorito de ‘voyeurs’ que tendrían a su alcance el dispositivo perfecto para vulnerar el derecho a la intimidad que poseen todos los ciudadanos.
8. Prohibido volar de noche
Para evitar que no sean vistos, la normativa impide volar drones de noche. De estar forma, se evitan accidentes por falta de visibilidad tanto por parte de los dueños de estos aparatos como por parte de pilotos de otras aeronaves. Tampoco se puede manejar estos dispositivos en circunstancias meteorológicas adversas como en caso de fuerte niebla.

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